El fútbol es algo más que deporte. Un equipo forma parte del patrimonio cultural y sentimental de una ciudad. Esto ha cambiado tanto que está dominado y controlado por la relevancia que ostenta la dimensión de la economía. El Recreativo ha sido prisionero en su vasta historia de vivir con lo puesto en la humildad y en la sencillez, pero desde su transformación en SAD se ha adaptado a estos vaivenes duros sin recursos estables, con salvaciones en base a decisiones trascendentales municipales en fases donde era inminente su desaparición, siendo esenciales las operaciones de la venta del Colombino y la expropiación a Gildoy España SL tras asumir graves crisis económica e institucional

¿El fin justifica los medios? Siempre que sean correctos frente a la integridad y dignidad de las consecuencias sostenidas en la legalidad. El Recreativo en su defensa del decanato une la declaración de Bien de Interés Cultural como valor añadido. Ahora tiene un organismo fiscalizador: su propietario Ayuntamiento pone orden en asegurar la ejecución de los pagos a los organismos oficiales y saldar deudas con Eurosamop, el primer auxiliador 'in extremis' en 2017 que evitó el descenso administrativo por impagos a la AFE.

Las últimas decisiones judiciales favorables ratifican "el fin justifica los medios" como las desestimaciones de los recursos de Gildoy España SL y Krypteia Capital por la negativa de la Mesa de Contratación de no cumplir requisitos del pliego por su incierta viabilidad económica en su intento de aventura de rentabilizar la situación del club. Soluciones de administración eficaz y razonable entre discrepancias políticas y sociales. La venta del Decano antes de ser solvente es un riesgo temerario y es justo alejar a los mercaderes. No es lo mismo la visión y la responsabilidad de estar dentro a la valoración del respeto de criterio desde fuera. Todo por la causa: "Decano, gracias por existir".