Quien puede tener interés en comprar un club de fútbol de Segunda B cargado de deudas? ¿A quién le compensa adquirirlo sin beneficios a corto plazo? Si alguien tiene un gran capital no le interesa un club hundido que arrastra tantas obligaciones de pagos y de reintegros, siempre pendiente de cerrar su contabilidad. Y si el presunto interesado no dispone de una solvencia adecuada ¿qué busca? La respuesta del mercado frente a los especuladores con los antecedentes de Gildoy España abriendo el canal a Infotelwi, Felipe Cascajo, Kryteia Capital, Moody Investments, Vicente Simón, Zephir Homes SLU, Eurosamop y lo queda por llegar.

Un Decano sin apuestas privadas fiables. Huelva es una ciudad unida a un escudo. Y a un Decano que sufre desde que inscribió su partida de nacimiento como la raíz del fútbol patrio, que dispone de un patrimonio como es su afición, la gente humilde de a pie que sacrifica parte de su economía para no dejar en abandono a su Decano. Pero, también tiene su deslealtad: en Huelva nunca han arriesgado las empresas fuertes o empresarios cualificados nativos o afincados desde que se transformó en SAD para darle el combustible como corresponde a un icono nacional.

Desde los golpes de pecho al dar el paso al frente hay un buen trecho. Todos queremos y apostamos porque el Decano sea de Huelva y para Huelva. Los sueños nunca se cumplen y los deseos todavía menos. Un patrimonio histórico andaluz que se sustenta de la suma de los valores éticos de ser declarado Bien de Interés Cultural por la Junta (julio 2016) y del patrón atípico legal para seguir vivo de milagro, el Ayuntamiento con el 97,38 % de acciones. Un ascenso puede hasta cuadriplicar al alza su valor. La puerta de la venta sigue abierta... porque es el horizonte más visible. No son de fiar los rumores de aquellos que alcahuetean sobre la posibilidad de salir en el escaparate.