Análisis

Eduardo J. Sugrañes

Una hucha de cartón

La Cuaresma no es una carrera para sacar pasos a la calle en Semana Santa

En las parroquias se ofrecen durante estos días unas huchas de cartón para montar en casa. Las distribuye Cáritas Diocesana y tiene como objetivo mover las conciencias en este tiempo llamado a una meditación

Una invitación a dar sentido a la Cuaresma que en los últimos años se ha convertido en una carrera hacia la Semana Santa para sacar los pasos a la calle. Lo importante parece que solo es eso y nada más que se presta atención a los ensayos de costaleros. Se van dejando a un lado otras prácticas cuaresmales.

Las huchas que reparte Cáritas son un símbolo para este tiempo que debe proyectarse durante todo el año.

Se quejan algunos en las hermandades que es mucha la responsabilidad que se les echa encima, pues todas las miradas van dirigidas hacia ellas. Lo cierto es que la importancia que tiene y el conjugar tantos factores que en ellas concurren, el gran número de cofrades y la facilidad para convocar a los fieles y a la ciudad, le hacen que estén llamadas a un gran compromiso en todos los aspectos diocesanos.

El movimiento se demuestra andando y no solo presumiendo de la alta nómina de las hermandades en toda la Diócesis. Si alguien no lo tiene claro, los datos son evidentes, no hay un colectivo tan numeroso como este. Por eso salen de las esferas social y política tantos que van en contra de las hermandades, porque hablan de Dios y aquellos dicen que están trasnochada. Sí, obsoletas se podría decir para los objetivos que algún que otro partido político tiene para esta sociedad, que piensa se puede manejar a su antojo.

La Cuaresma ofrece diversas miradas y una de ellas es la Caridad. Las hermandades tienen aquí una apuesta muy importante. Más allá de porque las miren, sino por sentido y coherencia con el mundo que les toca vivir. Los datos que se han conocido estos días son evidentes. Lo cierto es que la aportación de las hermandades de la Semana Santa de Huelva a la Casa de los Milagros en su gesto solidario de su obra social es muy significativo y eso se nota en la valoración externa que consiguen, incluso en el seno de la propia Iglesia

No hay que olvidar que en el pleno del Consejo falta mucha más sensibilización para este tema como para otros muchos. Un cursillo intensivo en algunas carencias no estaría mal.

Hay que esperar más de las hermandades, porque son el colectivo más importante socialmente que tiene la Iglesia y debe ser avanzadilla en la sociedad en temas como el de la caridad. Hay que esperar que la ayuda a la Casa Santa María de los Milagros se consolide.

Si no se tienen estas actitudes, lo demás no sirve para nada. Y eso sí que sería lamentable, lo reduciría todo a lo que algunos fantasmas quieren convertir la Semana Santa, en ridículas expresiones de folclorismo, cuando esto es otra cosa.

Los cofrades, a título personal, no deben conformarse con la aportación conjunta de Consejo, hay que coger la hucha de cartón y a modo individual también participar. Muchos pocos hacen un mucho.

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