Siempre pensé que la frase "nos han ganado sin que ellos hicieran nada" pone más en evidencia al que la suelta que al supuestamente afortunado vencedor. Si Juan lleva siete años para recorrer el camino que Luis ha cubierto en siete minutos o Juan tiene un gran problema de movilidad o bien Luis es mucho más listo que él. En el fútbol, igual: si el de enfrente no necesita ni despeinarse para llevarte al KO mientras tú te dejas el alma en ello sin premio es para hacérselo mirar, y más si sucede de forma habitual. Eso no es óbice para que siempre sea mejor caer como se cayó ante el Melilla que como en otras ocasiones, en las que el Recre fue más inofensivo que un capítulo de los Teletubbies.

Lo de que es injusto perder por haber lanzado más o por haber manejado más tiempo el balón no lo veo. Injusto es que un árbitro te robe puntos de forma descarada (no fue el caso del domingo), como injusto es que un rayo explote el balón cuando éste se dirige a la escuadra (tampoco sucedió tal desgracia -de lo poco que nos falta- y mira que la mañana amenazaba). Pero el fútbol profesional, o el que pretende serlo, trata de ganar; por las buenas, por las malas o por las regulares, pero ganar. Desperdiciar el 1-0 que se fue al limbo justo antes del 0-1 no fue injusto; fue falta de clarividencia, de puntería o de lo que sea, pero nada tiene que ver con la justicia humana o divina. Esto es un deporte y no se inventó para que fuera razonable.

El Recre, que ronda -según dijeron- el sexto presupuesto de la categoría, está a 5 puntos del cuarto clasificado; sigue siendo buena señal siempre que se tenga presente el amenazante precipicio. Claro que cualquier análisis pierde sentido si el club no vive en la normalidad. Dos semanas después del estallido a los empleados aún se les deben diecinosecuántos meses, los jugadores no están al día, las instalaciones siguen dando pena y casi 9.000 abonados no ven ni el presente ni el futuro claro. Eso sí que me parece injusto. Y tremendamente curioso es que los que presumen de hermandad con el Mudo López ("somos lo mismo", han llegado a decir) afirmen tener la fórmula secreta de la Coca Cola pero, estando López dentro y, se supone, que siendo él el responsable de la gestión integral del Decano, dicha fórmula no sea puesta en marcha. Qué cosas. Días entretenidos se acercan. Veremos de qué pie cojea cada cual.

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