Perder no puede ser nunca motivo de celebración, creo yo. Eso de los triunfos morales no va conmigo desde hace bastante tiempo. Hemos caído tantas veces en los últimos años y de tantas -y crueles- formas diferentes que por eso uno valora tanto toda victoria se consiga ésta como se consiga. De hecho, disfruto especialmente con las que se logran 'sin merecerse' porque vuelven tan loco al personal propio y ajeno que es divertidísimo contemplar el quilombo que forman.

Pero hay formas y formas de doblar la rodilla, claro, y si se cae ante un rival de muy superior categoría y al que superas en ciertos momentos la gente aplaude a rabiar y canta hasta quedarse ronca, como sucedió el domingo... igual que si se pierde de forma infame en casa sin oler el balón ante un filial la peña entra en combustión. Lo normal, porque eso pasa aquí y en Pekín. Ante el Burgos el Recre de Abel por fin se reivindicó y creo que fue el primer día en el que se dijo, a él mismo y a todos: "este es el verdadero yo". Y nos alegramos mucho. Para más continuidad y fiabilidad en el futuro a mí sigue faltando otro 9 y otro 'ratón' arriba, me sigue sobrando Laerte del once -en los entrenamientos debe ser Figo, porque en los partidos le sale poca cosa- y como parece claro que otros cuantos jugadores ya son mero relleno hará falta un buen recambio de piezas. Veremos de aquí a diciembre; espero que en enero no duden los de arriba en hacer pesca de altura, que no se puede fallar en mayo.

Así que los penaltis, que NO son una lotería ni una moneda al aire como no lo son los tiros libres en baloncesto ni nada en el deporte, nos dejaron con la miel en los labios y con bastante rabia contenida por lo que pudo ser y no fue. Quizás eso sea la única buena noticia de la eliminación, porque siempre he pensado que con cierta dosis de furia en las venas se suele rendir mejor, y cuando eso se une a las ganas de revancha de la grada, con poquito que dé el equipo se volverá a generar una especie de magia tan especial como sucedió con el ambientazo copero. Aquí ya todos saben lo que pueden recibir de sus fieles si rinden como se presume que deben hacerlo. Que den otro paso al frente en Utrera, con pico y pala en la mano… y con otros cuantos cientos de 'locos' detrás, como siempre. Bendita fortuna tienen.

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