Análisis

Manuel gómez Marín

La encrucijada de la cuenta atrás en estado de shock

Solo dos partidos le han bastado a Pouso para entrar en el caos interior que descontrola el club

El Recreativo es una diana con blanco fácil de todas las críticas y especulaciones, ahora que está hundido y encallado en un fondo con barro. Este estado amorfo e indefinido, de desasosiego y perturbación del orden, deja las secuelas penetrantes de tres entrenadores rebasados por los límites previstos, un secretario técnico caducado, un presidente oprimido y presionado, un consejo de administración sacudido y sobrepasado por la ola gigantesca del tsunami y un patrono enganchado en su campeonato de liga judicial donde no gana para sustos. Todo el interés del recreativismo y el nuestro, obviamente, empieza y acaba en el bienestar del Decano por encima del bien y del mal.

Sólo dos partidos le han bastado a Juan Carlos Pouso para entrar en la vorágine del caos interior que descontrola al club. Un equipo reducido a los restos y un sepulturero que se resiste a coger la pala como fin de su trabajo eventual. Una segunda fase de permanencia que deja sin efecto un propósito contra la intención de un cambio de rumbo y que ratifica a un Recreativo convertido en un equipo cualquiera engullido entre las expectativas de hipótesis de recobrar la salud porque peor parecía imposible y persiste una narrativa vestida de sucesos funestos.

Y quedan seis partidos frenéticos entre el estado de shock y la épica de una hazaña tal como ha llegado un plantel dominado por la desesperación que sueña mensajes optimistas de remontada. Pouso explica que se entrena bien y se compite mal. Y es que sin rival delante todo sale a pedir de boca. Amigo, la pizarra lo soporta todo. El pasquín dice: "Se busca un equipo a estas alturas de acción y efecto repentino, que se libere del bloqueo mental y el miedo a desarrollar el trabajo planificado". Un tratamiento que le permita competir en este desesperado final de finalísimas. Todo bajo el examen de un test de personalidad superexigente en la resistencia por sobrevivir.

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