El Recreativo tiene que volver al estado natural que tenía antes de ser la casa de los líos y restablecer unas coordenadas que se correspondan de manera proporcional al mérito y la condición de su gente fiel, que ha sido tan condescendiente y un ejemplo al servicio de la causa. La marca Recre sigue en peligro, siempre con la amenaza de hacer frente a una contingencia inminente y evitar el retorno de riesgos de inestabilidad económica en su subsistencia del día a día por el tercer revés de su venta.

La propiedad del Decano trata de tomarse estos partes de inicidencias sin nervios y sin agobios, pese a la presión del reclamo de Krypteia Capital, el último prestamista frustrado por el segundo rechazo a su oferta de compra. Papá Ayuntamiento, como dueño, y mamá Eurosamop, como controladora de un presupuesto invisible, pero llevándose el 15 % de todos los ingresos de la casa, garantizan el aval de mutua confianza sobre la estabilidad y viabilidad del proyecto para ratificar las promesas que engancharon al dubitativo José María Salmerón de que esta temporada no sucederá el drama de las anteriores por la confianza de satisfacer las nóminas.

El Recreativo defiende un liderato inesperado, que sirve para juntar con hilvanes lo que se ha de coser durante nueve meses de un traje que parece agradar en el escaparate al técnico: "Me gusta estar en buenos proyectos y en el caso del Recre estoy convencido que será así". Delante un Cartagena de exigencia muy alta a rebufo de sus penas, tras quedarse a 20 segundos del ascenso ante el Rayo Majadahonda. El flash del presente es la respuesta práctica de un Recreativo que rentabiliza los breves destellos que trasmiten el ADN de una categoría regida por el sufrimiento, disciplina táctica, efectividad y anteponer el pico y la pala como herramientas básicas para la construcción estable de un grupo hecho con materiales resistentes.