Siempre he querido imaginar cómo habría sido aquella jornada de 1889 en la que un grupo de pioneros se dio cita en el Casino Inglés de la capital para hacer historia, dar forma legal y organizada a un deporte que hacía ya tiempo que había conquistado Huelva y que desde esta tierra lo hizo al resto de España. Tal vez no fueron conscientes de lo que hacían, de la trascendencia del momento. Quizá necesitaron del paso de los años para tomar sentido de sus actos. Fue el génesis. La semilla de ese sentimiento que nos une como pocos elementos a los onubenses. Es por eso que 127 años después Huelva celebra que aquí comenzó todo.

El cumpleaños del Decano llega en sus horas más bajas. El club vive tiempos de zozobra institucional y deportiva, inmerso en una crisis multifuncional que hizo albergar malos presagios hace tan sólo unos meses. Superó entonces el difícil trance en las manos de quienes nunca le fallarán, esos mismos que hoy, como ayer y mañana, estarán en el Nuevo Colombino para pelear a su lado.

Su largo camino durante estas décadas no ha estado exento de problemas, dificultades y baches. La suya es una constante de superación ante los contratiempos. De todos ellos salió siempre airoso. Hoy lo hace por el más duro de todos, el que lo ha tenido al borde del colapso definitivo y del que sigue en lenta recuperación. Queda un largo camino por delante.

Los biznietos de aquellos pioneros luchan por salvaguardar esa herencia. El 127 cumpleaños es muy especial. Todos lo son por lo que reivindican el lugar de Huelva en la historia del fútbol, pero este lo es porque no pocos pensaban que el reloj se detendría en el 126. Pero siguió girando como el balón que nos da sentido cada semana y no se detuvo. Como lo seguirá haciendo porque celebraremos el 128 aniversario también y el 129... Feliz cumpleaños, Recre.

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