En un país en el que Nova, Neox, Factoría de Ficción y Gol TV se colocan en el ranking de audiencias por delante de La 2, es la mar de lógico que Telecinco y Antena 3 superen a La 1. Mes tras mes vamos comprobando cómo las cifras de la televisión pública bajan. En febrero sólo ha sacado pecho en prime time con los Goya y los partidos de fútbol. El resto de noches se le han adelantado las privadas.

Y queda en el horizonte todavía una humillación más... La 1 será superada por La Sexta. Algo que sucederá a lo largo de este año. La actualidad política, lejos de hartar al respetable, atrae la curiosidad de los espectadores cuando es tratada como espectáculo televisivo, como le sucede al canal capitaneado por García Ferreras.

Así pues, a base de precampaña electoral y juicio del Procés mediante que aún tiene que dar muchos días de informaciones, la cadena de Atresmedia tiene por delante varios meses consecutivos de gloria. Teniendo en cuenta, además, que no hay mayorías a la vista y que los pactos se van a complicar mucho, veo por delante un gobierno en funciones para largo e incluso la repetición de elecciones generales en otoño, algo que beneficiaría sin duda a La Sexta, la primera opción del espectador de a pie para seguir todo lo relacionado con la actualidad política.

A La 1 se le atraganta el acceso al prime time y cancela Lo siguiente; las tardes han pinchado con Derecho a soñar, y series como Hospital Valle Norte o La mejor canción jamás cantada arrojan datos renuentes. Así las cosas, por qué TVE no se limita a fabricar televisión de la buena, olvidándose de las cifras. Por ejemplo, recuperando a Santiago Tabernero para poner en marcha un late-night diario de altura. Le estaríamos muy agradecidos a la administradora única, Rosa María Mateo.

Que lo mismo hay regresión política y al año que viene no es posible hacer cambios interesantes en La 1.

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