Contaba el ingeniero jefe del Perseverance que al introducir en el avión para su traslado hasta el lugar de lanzamiento el espectacular vehículo y sus numerosos elementos uno de los ejecutores de la carga le preguntó: "¿Cuánto cuesta esa caja grande?", a lo que él respondió: "2.500 millones de dólares"; mientras se metía en el aeroplano un arcón mediano éste le volvió a cuestionar: "¿Y esto?". Él respondió: "2.500 millones de dólares". Al subir al avión un pequeño cargamento repitió la pregunta: "¿Y eso, qué valor tiene?". Pueden adivinar la respuesta: "2.500 millones de dólares". El encargado, bastante mosca ya, le dijo que era imposible que todo costara la misma cantidad, pero Adam Steltzner se lo explicó: "Amigo, es que, llegados hasta aquí, no hay vuelta atrás; cualquier cosa que se estropee o falle ahora, desde una mísera tuerca hasta la antena más sofisticada, hace que todo el proyecto, de 2.500 millones de dólares, se vaya al garete. Por eso todo tiene que ir a la perfección. No tenemos otra opción".

No sé si se ha hecho alguna vez -me temo que no- pero quizás sería conveniente que a jugadores y entrenadores del Decano, sobre todo a los foráneos, se les diera una charla nada más poner un pie en esta tierra explicándoles qué es el Recre, qué supone para la ciudad y su provincia, y cuánto esfuerzo se ha hecho para mantenerlo con vida. Quizás así se solventen ciertos episodios vividos la temporada pasada o algunos de ésta. Y no digo que, como norma general, el que llega no ponga mucho de su parte por la camiseta, pero es que eso aquí no es suficiente. Hasta el entrenador del San Fernando lo reconoció tras el partido: "Se ha notado que el Recre se jugaba la vida", y eso no se ha percibido mucho este curso a pesar de que vivimos al límite desde siempre. ¿Cuánto nos puede costar un jugador que no se haya enterado de tal circunstancia? Casi 132 años de vida. ¿Cuánto se pierde cada vez que el Club no sale al paso de ataques de diferente índole? Casi 132 años irremplazables. ¿Cuánto se desaprovecha al no sacar todo el jugo al decanato en mil facetas? Pues una historia única de casi 132 años. La grada merece muchas más alegrías y celebraciones como la del gol de Sillero, que permitió soltar rabia. No digo que no haya, pero seguro que no son muchas las entidades que dependan tanto del apoyo de su afición ni el estado de ánimo de ésta se condicione tanto tras cada domingo. El Club ha estado muy tocado; el equipo, hundido mil veces… pero el recreativismo no ha muerto nunca. Por ese tesoro sobre el césped nadie se puede rendir jamás.

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