La mejora de las perspectivas económicas y el compromiso de la Reserva Federal de EEUU de mantener sin cambios a corto plazo su política monetaria animaron a las bolsas, que subieron moderadamente.

Esta mejora de perspectivas, no obstante, no es homogénea, y son más moderadas en Europa, ante la persistencia de las restricciones de movilidad y el menor avance de los planes de vacunación. El objetivo de inmunizar al 70% de la población a finales de verano podría verse lastrado por los problemas asociados a la vacuna de Astrazeneca, que llevó a los gobiernos de Alemania, Francia, Italia y España a suspenderla en menores de 60 años. En esta coyuntura, la presidenta del BCE, Lagarde, recordó la necesidad de mantener una postura fiscal ambiciosa y coordinada, y que una retirada prematura del apoyo fiscal podría retrasar la recuperación.

Sigue sin definirse los detalles para la distribución de los fondos del plan Next Generation EU acordado en julio de 2020 (750.000 millones de euros), que previsiblemente se retrasará al menos hasta junio. Una situación que contrasta con EEUU, donde desde la disrupción de la pandemia se adoptaton tres paquetes de estímulos fiscales por importe de unos 4,8 billones de dólares.

El Íbex 35 cerró en 8.638 puntos (+0,47%) apoyado principalmente por valores de energías renovables y Grifols (+4,51%), tras anunciar la compra de siete centros de donación de plasma en EEUU. Las dudas sobre las vacunas lastraro a lvalores turísticos (IAG -1,47%, Meliá Hotels -1,98%). La mayor caída fue para la de Repsol (-2,58%).

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