Vivir para ver: el Colombino era Huelva y Huelva era el trofeo

España presumía de tener los trofeos veraniegos con más historia y caché de Europa. Los aficionados se sabían de memoria las fechas de los reyes del mes de agosto: Teresa Herrera, Ramón de Carranza y Trofeo Colombino, en orden de antigüedad y en rivalidad de prestigio. La Coruña, Cádiz y Huelva se miraban de reojo a la hora de confeccionar el cartel más atractivo. Tal era el nivel de competencia que suponía un minimundial en pretemporada. Ahora casi nadie es consciente si existe el Teresa Herrera, quiénes juegan el Ramón de Carranza o si se celebra el Colombino.

Este lunes, tomando café en ese rincón emblemático de La Placeta salió a relucir el tema con José Luis Ruiz, una referencia como gestor cultural con legado al servicio de Huelva, que sacó a relucir las anécdotas, las odiseas y los detalles intrínsecos de los trofeos que le tocó vivir en su organización municipal del alcalde Diego Sayago para realce de la defensa de una cita estelar onubense. Por mi parte le recordaba la influencia que ha tenido el trofeo en mi etapa de estudiante y luego de profesional en mi debut en el diario Odiel de la calle Marina. El dinero semanal de estudios lo retenía para los seis pagos fraccionados del abono. Y la edición XVI (1980) colmó mis aspiraciones cuando realicé la entrevista para el periódico al entonces presidente del Español, Manuel Meler, como integrante del cartel.

La decadencia y la muerte de este espectáculo estival llegaron por diversos motivos. La proliferación de los mismos hasta el hartazgo; por el interés económico de las giras extranjeras; por la precaria economía de los clubes organizadores; por la televisión que no se involucra a pagar lo que merece un evento de tal dimensión; por la mentalidad de los dirigentes y entrenadores que se lo tomaron como experimentos de entrenamientos sin mediar la ambición debida y sin respeto al público; por la dejadez en tal sentido de los aficionados observando el desinterés de los equipos implicados....

El Trofeo Colombino disfrutaba de dos acontecimientos maravillosos a cual más interesante: el cultural con los pregones estelares en lugares simbólicos como el patio del Ayuntamiento y el patio mudéjar del Monasterio de Santa María de La Rábida, que luego trasladaba su esplendor con el paseo en barco por la ría para concluir el día con el espectáculo deportivo del Estadio Municipal -Colombino a partir de 1987- junto a la fiesta popular de su entorno por la Isla Chica. Tirón y prestigio. El presente, por desgracia, no da ni para sobrevivir, sus escasos medios o en condiciones adversas condicionan su estancia en la UCI con respiración asistida. Siempre es interesante recordar estos testimonios a las nuevas generaciones porque el trofeo era Huelva y Huelva era el trofeo dentro de una minoría selecta para una proyección que no tenía precio.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios