El comercio mundial de mercancías ha mantenido una positiva evolución entre los meses de abril y junio. En el caso de los países del G20, las exportaciones de bienes registraron un repunte de un 4,1% respecto al primer trimestre, principalmente explicado por el incremento de los precios de las materias primas. No obstante, su ritmo de crecimiento fue 4,5 puntos porcentuales inferior al de los tres primeros meses de este año de un 8,6% trimestral. Paralelamente, las importaciones de mercancías avanzaron un 6,4% trimestral.

Los datos publicados por la OCDE muestran que el comercio mundial podría haber alcanzado su nivel máximo ante el escenario de desaceleración del crecimiento global provocado por la nueva ola del coronavirus, que ha dado lugar al endurecimiento de las medidas de distanciamiento social en las principales economías de la región Asia-Pacífico y a nuevas interrupciones en las cadenas de valor. Un hecho especialmente relevante de cara a las campañas del Black Friday y de Navidad no sólo por la falta de suministros de componentes básicos, sino también por la persistencia de las presiones inflacionistas en torno al coste de los inputs de producción y del transporte de las mercancías y la falta de inventarios, entre otros factores.

A pesar de ello, la OMC mantiene su previsión de que el comercio mundial registre un avance de un 8,0% anual este año, tras contraerse un 5,3% anual en 2020. Todo ello condicionado a la evolución de los principales riesgos que enmarcan el entorno económico como las implicaciones de la expansión de la variante delta a nivel global en el crecimiento económico y sobre el nivel de precios.