La mañana comenzó con inquietudes procedentes de China, ya los indicadores publicados reflejan la desaceleración de su crecimiento y la recuperación retrasada de la demanda interna, con repuntes inferiores a los estimados, y que abren un escenario de revisión a la baja de sus perspectivas de avance de PIB en 2021.

La producción industrial de la eurozona creció en julio un 1,5% mensual, tras la contracción de un 0,1% mensual de junio y superando las estimaciones del consenso (0,6% mensual). El crecimiento de la producción del sector manufacturero en EEUU se ralentizó en agosto a un 0,4% mensual. Ambos datos condicionados por la escasez de componentes.

Una de las dudas que había ayer en nuestro mercado es si proseguiría el castigo de ayer a las eléctricas, tras el anuncio de los planes del Gobierno de reducir los ingresos extraordinarios del sector para compensar los precios récord de la luz. Y así fue, con compañías como Endesa (6,39%) e Iberdrola (-5,79%) lastrando al Íbex 35, que cierra en 8.635,40 (-1,65%). Aunque el impacto es generalizado, no es igual para todas. Iberdrola sería en términos globales la más perjudicada, pero su alta internacionalización podría servir de apoyo, mientras que otras más centradas en el negocio doméstico, como Endesa, podrían sufrir más.

Fluidra también se coló entre los valores más bajistas, tras una nueva desinversión de su accionista de referencia.

Inditex tampoco escapó al rojo, a pesar de haber firmado su mejor segundo trimestre, con récord en ventas y beneficio, superando los niveles anteriores a la pandemia.