El pasado domingo, en un partido en el que volvió a imponerse la máxima del rugby que dice que has de jugar a tu máximo nivel tengas a quien tengas en frente -respeto lo llaman-, el equipo sénior del Club de Rugby Tartessos derrotó contundentemente a su rival colocándose en cabeza de la clasificación de la liga regional andaluza.

El club onubense está haciendo las cosas muy bien. El equipo sénior está a punto de comenzar a alimentarse de jugadores que se han formado en una cantera que ha costado mucho mantener y mejorar. A pesar de las dificultades a la hora de encontrar instalaciones en las que entrenar y jugar (el rugby tiene la suerte y la desgracia de compartir terreno de juego con el fútbol) la fábrica de linces promete un futuro largo para el primer equipo.

Poco a poco se han instaurado unas filosofías de juego y de club que permean en las vidas y en los partidos. La reserva espiritual que otorgan a los pueblos y a las ciudades sus clubes de rugby es de un valor difícil de calcular y valorar si no se está cerca. El carácter se forja en un ambiente en el que, tengas la edad que tengas, desde que comienzas a jugar notas lo importante que es sentirte parte de un grupo con unos valores a prueba de las sociedades y ambientes más corrosivos. Este carácter se queda para siempre en la persona, va con ella a todas partes y se acaba asociando a su lugar de origen. Que Huelva tenga al Tartessos le genera un beneficio invisible y muy importante a la ciudad. Cuantos más sean los jóvenes de cualquier sexo que estén en contacto con el club, más positivo será para la ciudad. Ojalá esos estándares de protección y cumplimiento de los valores fuesen los mismos en todos los deportes, sobre todo en aquellos con más tirón (aunque la muerte por éxito es un hecho), pero mientras el rugby siga siendo un cofre en el que se guardan esas esencias debería ser protegido y promocionado.

A buen seguro que todos los que amamos este deporte, desde nuestras atalayas (pequeñas o grandes) vamos a empujar para conseguir que Huelva se convierta en un referente. Por lo pronto, ser líderes viene muy bien.

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