Análisis

pilar cernuda

Gana Iglesias: buena noticia para Ferraz

El triunfo de Iglesias también es una buena noticia para el Gobierno de Mariano Rajoy

El triunfo sin paliativos de Pablo Iglesias ensombrece el porvenir de Íñigo Errejón, que parecía ser la nueva figura de la izquierda radical pero civilizada. Pero el triunfo de Pablo Iglesias es en cambio una buena noticia para Ferraz, ya que un Podemos dirigido por Errejón podría atraer a un número importante de votantes socialistas desencantados con la guerra interna que sufre el PSOE en la que además no se ve una figura verdaderamente sólida e ilusionante que les saque del atasco.

Errejón, con su cara de niño aplicado y que mantiene las formas, al que no gustan los altercados callejeros que apasionan a Pablo Iglesias, y que considera que la política se debe hacer en el Parlamento y sin perder de vista el cumplimiento de la legalidad, se había convertido en un peligro para el los socialistas y así lo confesaban en privado alguno de sus dirigentes. Sin embargo, en Vistalegre II se ha demostrado que gusta más a los ajenos que a los propios, y los propios no olvidan ni quieren olvidar sus orígenes, que están precisamente en la calle, en los movimientos de masas, en las plataformas reivindicativas, en las manifestaciones y las algaradas.

En la segunda Asamblea Estatal de Podemos los gritos de "unidad" se superpusieron a cualquier otro eslogan, pero esa unidad es imposible. Porque Iglesias y Errejón defienden posiciones antagónicas en algunos puntos, porque en sus respectivos equipos se advierten ganas de venganza y es probable que se produzca en los próximos días una laminación del errejonismo, y porque es sabido que cuando dos íntimos quiebran su amistad el resentimiento es muy agudo, incluso cruel.

Podemos aspira a sobrepasar al Partido Socialista en número de votos e incluso aspira a gobernar, pero si sus bases parecen comprender que la unión es la que hacía la fuerza, Pablo Iglesias y Errejón han estado más dispuestos ganar sus batallas que a pensar en el partido. Y hoy Podemos es más débil que antes, cuando Iglesias y Errejón sumaban los apoyos a dos estrategias distintas. Hoy solo vale la de la calle, la de Pablo Iglesias.

Si su triunfo de Iglesias da aliento al PSOE, también para el Gobierno es una buena noticia. A Rajoy le va bien un PSOE con sentido de Estado y sentido común, un PSOE fuerte, como el que está encontrando en Ferraz para sacar adelante sus proyectos. El PSOE que, en contra de lo que pretendía Pedro Sánchez, no quiere saber nada de Pablo Iglesias. Y menos aún quiere saber de Podemos al imponerse el radicalismo con el que no se identificaba Errejón.

El fin de semana ha traído al PP la buena noticia de un congreso celebrado en serenidad y con una fórmula que salvaba la situación de Cospedal, ha clarificado el panorama de Podemos y ha traído al PSOE la buena noticia de que Podemos apuesta por un extremismo que dificulta la huida de votos hacia su populismo exacerbado.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios