Análisis

Antonio fernández jurado

Frente a crispación, inteligencia

La sensación es que estamos en el borde del precipicio de la ruptura política total

Debo, por un principio de solidaridad y paisanaje, comenzar expresando mis condolencias a la familia afectada trágicamente por el incendio de su domicilio y expresar el deseo de pronta recuperación para los hospitalizados.

Sinceramente desleal sería no seguir pronunciándome sobre aquello que, como ciudadano de a pie, conforman mi opinión y, en consecuencia, las alegrías o los temores que me suscitan las decisiones políticas.

Y es que, tras el debate de Investidura, la sensación es que estamos en el borde del precipicio de la ruptura política total. No me parece sea ya la controversia -por mucho que algunos pretendan presentarlo exclusivamente así- izquierdas y derechas, sino constitucionalistas y antisistema e independentistas. Lo digo así porque el PNV, autentica "derechona" burguesa vasca, se alinea frente al constitucionalismo y el PSOE, podemizado o sanchista, claudica ante el radicalismo de izquierdas, con una manipulación permanente del lenguaje siempre orientado a un ejercicio de legitimación propia y exclusiva que pretende deslegitimar, al mismo tiempo, al de enfrente que, automáticamente, se convierte en "facha", lo que, dicho desde una posición social-comunista, resulta todo un sarcasmo.

Deberían algunos leer la obra Fascismo, del historiador Roger Griffin, al menos para reflexionar por el propio concepto personal sobre el término, conocer sus orígenes y la ausencia de concreción con el que lo usamos, aunque la versión más extendida y, quizás, certera, fuera la de Trotski al vincularlo doctrinariamente al capitalismo. Pero justo es decir, según Griffin, que Stalin arremetía contra sus opositores calificándolos así. Sin dejar de decir que, en sus inicios, el fascismo era considerado vía de modernidad y progreso. ¿Les suena algo este término hoy día? En fin, todos sabemos los postulados de Podemos; ER; PNV; Bildu y hasta Teruel… lo imposible es analizar el sanchismo. De momento, primer gol, con cuarta Vicepresidencia, a los de fórmulas de juramento de dudoso gusto, por ser benévolos, aderezados con comino… a los que el claudicante irá engañando en la misma medida que ha hecho con votantes, barones… -Susana, no te esfuerces por agradarle, estás caducada- y frente a eso, el constitucionalismo debe ser inteligente, prudente y paciente, ante el señuelo crispador que tantos réditos pretende Sánchez que le den.

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