Análisis

pedro josé morcillo azcárate

Detalles oficiales

La carrera oficial se asienta después de varios años de cambio de calles

Podría ser finales de los noventa o quizás comienzo del nuevo milenio, la cuaresma estaba recién comenzada y a pesar de estar rozando la mayoría de edad por aquel entonces, y al igual que ahora que paso las tres décadas, volvía a estar ilusionado con el tiempo que acabamos de inaugurar.

La actividad cofrade comenzaba a ser intensa, por aquellos años no existían las tertulias de internet ni los foros, sin embargo teníamos las maravillosas publicaciones El Dintel y El Contraguía, publicaciones, dicho sea de paso, que se echan mucho de menos en la actualidad, no se entiende como aún no tenemos ninguna revista o boletín cofrade que haya perdurado en el tiempo.

Por la noche había que poner la tele, en la antigua Teleonuba, la de los tres triángulos de colores, tenía su programa el actual presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González, Tony para todos. Recuerdo que el primer programa lo solía protagonizar el alcalde, Pedro Rodríguez. Me llamó la atención que hablaban sobre las gestión y montajes de palcos, entiendo que por aquel entonces dicha gestión la llevaba directamente el Ayuntamiento, no lo sé, pero ahí estaba el alcalde tratando temas propios de un presidente del Consejo, aunque bueno, nuestro querido Rodri podía con todo, la Semana Santa también le debe mucho a él.

El presentador le preguntó el porqué de comenzar el montaje de la carrera oficial tan pronto, y es que en aquellos años el montaje de la misma duraba casi lo mismo que la Cuaresma, la respuesta dejaba clara la falta total de planificación y control sobre el terreno de los espacios de la carrera oficial: "es necesario tenerla montada para saber cuántos palcos caben este año". Por aquel entonces ni planos, ni medidas, ni censo de palcos, ni nada de nada, improvisación pura y dura sobre el terreno.

Hace unos días vimos en la nueva Teleonuba al por entonces presentador, hoy presidente del Consejo de Hermandades, hablando de las nuevas medidas de seguridad de la carrera oficial onubense. A día de hoy el recorrido común cuenta con planos, medidas, se sabe a la perfección dónde va cada estructura, está todo medido al milímetro y sobre el terreno, la exactitud del número de palcos es milimétrica y está todo más que controlado por el Consejo de Cofradías, y sus colaboradores.

La carrera oficial onubense parece que, por fin, se asienta definitivamente después de varios años de cambio de calles, del lugar de los sectores de palcos y sillas, de sus accesos y puntos de cruce… Era lógico que hasta hace pocos años no se pudiera hablar del diseño de la misma, ya que era una carrera oficial poco fija y es que la idea de eliminar la calle Concepción y sustituirla por Méndez Nuñez cayó por su propio peso. Llegados a este punto, y tras las nuevas medidas que se van a tomar este año de control de paso y acceso, vías de entrada y de salida, el adiós al color azul y la vuelta por fin al burdeos (el Señor escucha las plegarias) un servidor espera que se termine de rematar con detalles como reducir al mínimo esa anchura tan desangelada de La Placeta, la abolición total de las sillas de plástico, la existencia de un vallado más estético que el amarillo metálico y medio oxidado, la creación de un sector de sillas a la salida por el Ayuntamiento… son algunos detalles e ideas, ya que estamos.

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