Análisis

Manuel gómez Marín

Esto es el Decano: sólo un aspirante bajo 'sub judice'

Todo este proceso provoca muchas controversias y demasiadas incógnitas

La plana mayor de Krypteia Capital se presentará en sociedad para explicar en sus cartas credenciales el conjunto de reglas que aseguren decisiones óptimas en su primer esquema de trabajo. Ahora se muestra como un valor en alza, aunque el proyecto para su tramitación y aprobación se halla bajo sub judice pendiente de una resolución sobre una cuestión opinable como es escrutar en teoría un plan de viabilidad a cumplir a largo plazo y sujeto a discusión en la práctica después de tres licitaciones de una preocupante licitación de venta.

Un problema global del Decano que acumula cuestiones trascendentales económicas y que el patrón Ayuntamiento no dispone de expertos para su análisis, y cubre el expediente a expensas del escrutinio de terceros que reconozcan y computen si el plan de viabilidad del único pretendiente tiene probabilidades de llevarse a cabo en las circunstancias drásticas que se encuentra un club hundido y desacreditado, siendo esencial el dictamen de la LFP como juicio de valor por si surge el retorno a la categoría profesional.

Hay un hecho incontestable: si sólo un aspirante como Krypteia Capital, susceptible de una acción y efecto de razonamiento externo, puja por la partida de nacimiento del fútbol español se explica de manera rotunda cómo es por desgracia la captación de la entidad nacional con más valor histórico. Quejidos, lamentos, la ausencia de más interesados. Sin duda por estar sometido a un calvario durante su cautiverio económico y aprisionado su futuro deportivo fomentan la incertidumbre de tener abierta siempre la tumba. Todo este proceso provoca muchas controversias y demasiadas incógnitas. El Ayuntamiento confía en su fidelidad como accionista mayoritario y Krypteia Capital parece convencido que el Decano ya está en su poder. Distancia y escepticismo con límites en el diálogo. Este es el Decano; esto es lo que hay en tiempos de turbar la quietud.

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