La foto que se ha publicado en medios y redes sociales en la celebración del 129 cumpleaños del Recreativo de Huelva organizado por la Federación de Peñas ha levantado ampollas. Y llueve sobre mojado. Esas caras de felicidad contrastan con la pena que acompaña a la plantilla y trabajadores del club, que han vuelto a rechinar los dientes. Hay quien apunta que había que celebrar el cumpleaños porque ya es un mérito seguir de pie con la que viene cayendo, pero que se tenían que haber resguardado un poco, por aquello de mostrar la cara que no es en estos momentos el club y por solidaridad con los que defienden la camiseta y por añadidura a la institución. Es como lo del otro día con la comparecencia del alcalde y los presidentes, que no era el momento, aunque el fondo es válido. Y hay que saber elegir.

En esta ocasión es más de lo mismo. Había que celebrar la onomástica, pero la presencia de algunos con esas caras de felicidad que no vienen a cuento por el momento en el que está el club, es lo que ha provocado un nuevo incendio y ha cabreado mucho a los que sufren. Y ahí han encontrado la solidaridad de mucha gente, que entiende que los jugadores y los empleados se merecen más respeto.

De hecho, en el partido ante el Sanluqueño, en el que el Recre volvió a hacer un parón y en esta ocasión mirando descaradamente al palco, despertó al Colombino, que se alineó al lado de los jugadores y metió bronca a la planta noble de coliseo albiazul, con pitada incluida y reclamación de soluciones inmediatas.

Estamos en puertas de la Navidad y todo se vuelve más susceptible. El caso es que los jugadores siguen sin cobrar y los empleados pidiendo dinero para poder comer. No es momento de celebrar nada. Es momento de estar recogido, solidarizarse con los que defienden la historia, el escudo, la camiseta y los 129 años de vida. Huelga soplar velas y sonreír. Sobran las fotos y faltan hechos. Esa es la lectura que hace la gente, la afición, que es soberana y parece que a algunos se les está olvidando un mensaje tan cargado de contundencia.

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