La semana pasada hablábamos del libro de Mikko Hypponen: If it´s Smart, It´s Vulnerable (Wiley) título que es también su credo. Lo que llama "prehistoria de Internet" se remonta a los años 1960 en el departamento de Defensa de Estados Unidos, y por primera vez se transmiten datos el 29 de octubre de 1969 entre la Universidad de California y la de Stanford. Debía ser 1974 cuando en Berkeley trabajé con datos compartidos, pero desde un terminal del ordenador central de la universidad, y habría que esperar a 1981 para que IBM popularizara el PC, siendo vital que estuviera estandarizado y abierto a la programación y conexiones, mostrando que no siempre protección y patentes es lo mejor para el desarrollo de una idea.

El apoyo público es crucial; la primera World Wide Web textos (www) fue creada en 1990 en Suiza por Berners-Led, Avi Luotonen, y Henrik Nielsen; no disponían de un navegador, y el que desarrollaba la Universidad de Helsinki no llegó a terminarse, pero en 1993 se completa en Estados Unidos, financiado por la Fundación Al Gore. Desde entonces, si en 1990 había tres sitios web, en 1994 eran 700, y en 2022 tenemos 150 millones de dominios ".com". El jueves pasado, en una elección histórica, se nombró a la norteamericana Doreen Bogdan-Martin presidenta de la International Telecommunication Union, favoreciendo un Internet abierto, frente a países que quieren manipularlo.

Linus Torvalds en 1991, en la Universidad de Helsinki, desarrolla Linux, el sistema operativo más importante del mundo, que gestiona la información en los coches, Samsung Androide, la televisión inteligente, o el Internet de las cosas; Facebook trabaja con servidores Linux, y Windows acepta su software. Torvalds crea un código fuente abierto y gratuito, desarrollado por miles de personas, aunque él supervisa los cambios. Creó también el software Git para gestión de contenidos, que Microsoft compró por 7.500 millones de dólares, pero no a Torvalds, sino a la empresa GitHub que lo explotó, igual que Google, Amazon, Siemens o Boeing, han generado beneficios masivos de estos códigos fuentes que se ofrecen gratis. Linus Torvalds cambió el mundo creando un inmenso valor para la humanidad y para los negocios; Time lo consideró una de las 20 personas más importantes del siglo veinte, y el asteroide 9793 lleva su nombre, ya que Linux se usa también en el buscador astronómico Spacewatch.

Internet se debe a personas creativas y generosas, y tiene toda la razón la UE cuando exige que se paguen impuestos donde se genera beneficios de Internet, un sistema que nació libre. Pero cuando se juega a propagar ideas trickle down (bajar impuestos a rentas y patrimonios altos genera riqueza social), desacreditadas entre otros por el Papa Francisco que en "Evangelii Gaudemus" (54) las califica de "burdas e ingenuas" -al igual que un empresario de la talla de Isidro Fainé, siempre poniendo por delante la pobreza y la desigualdad, reclama en el XXI Congreso de CEDE tributos estimulantes y eficientes pero equitativos-, hay que sostener que el progreso no es atraer especulación con una frívola reducción de impuestos, nefasta en las circunstancias actuales, sino crear las condiciones para que florezcan entre nosotros la inteligencia y el conocimiento.

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