Análisis

Manuel gómez Marín

Alberto Gallego quiere un equipo hecho a su medida

El técnico del Recre es tan exigente que busca la perfección para lo que necesita tiempo

La pretemporada puede ser larga o quedarse corta, según las exigencias del entrenador. Si todos son nuevos, desde el cuerpo técnico hasta la composición de la plantilla, pues siempre parece que el tiempo corre con mayor celeridad. El objetivo de este trabajo previo es evidente que reúne tres pilares básicos: conseguir una preparación física adecuada que sostenga a pleno rendimiento la larga y dura campaña; asimilar un aprendizaje para memorizar y automatizar los movimientos técnico-tácticos planificados; y fundamental la convivencia de la plantilla como referencia del trabajo diario que implica la formación de una familia.

El Recreativo inició su puesta a punto el 19 de julio y llegará al debut en la quinta categoría con 56 días de actividad. Un período de conocimientos de acción y efecto similar a un club profesional en horas de dedicación, pero que tendrá competencias en un liga amateur regional donde la mayoría de sus rivales no habrán tenido disponible este tiempo de jornadas laborales tan intensas. Creo que pocos equipos llegarán al inicio del tajo en idénticas condiciones que el Decano.

Alberto Gallego es tan exigente buscando la perfección de que sus ideas se prolonguen sobre el terreno que necesita más tiempo para que sus pupilos comprendan en toda su extensión lo que se aprende en su aula de enseñanza. El entrenador recreativista quiere un equipo hecho a su medida, a su imagen y semejanza, dado que es consciente en recuperar la ilusión de una entidad y de una ciudad muy castigadas en los últimos años. Su reto es competir con dos equipos titulares alternativos, que se acoplen perfectamente a un modelo y a una forma de jugar, que sirva de norma ante cualquier rival. Los riesgos de ser el referente del grupo trae consigo esfuerzo, disciplina, sacrificio y tanta humildad como su oponente, además de no creerse en el campo ser favorito por el punto de mira.

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