La mejor respuesta en el peor momento. El Recreativo se dio un baño de ánimo ante el San Fernando. Este sentimiento de complacencia se produjo bajo la protección de su gente para rebelarse en plena caída hacia el vacío, entre el nerviosismo y el estado de emergencia. El equipo estaba besando la lona con la cuenta atrás y pendiente de tomar energías o volver en sí. Ahora sigue en posición de cuclillas y levantando la vista para hacer frente a una semana crucial en su visita a Canarias.

Y haciendo autocrítica el calificativo es de media sonrisa con sabor a expectativas ¿reales? de generar la posibilidad razonable de rentabilizar ahora o nunca en esta doble salida, ante los dos últimos, de quitar un lastre demasiado pesado de 13 meses sin ganar fuera y salir del abismo. El Recreativo ha matado a golpes todo el presunto crédito asignado que había creado en la prioridad de origen y luchar por arriba. Todavía no ha hecho nada valorable: la defensa de una salvación digna es una causa no prevista. Por lo menos es proporcionado al mérito exhibido hasta este instante.

Hoy se enfrenta a un filial canario que solo ha ganado dos partidos, uno casero (quinta jornada) al entonces líder Algeciras hace tres meses, si bien es el rey del empate (7) y lleva nueve sin perder. El Decano es el peor visitante y este aplazado pone al día su calendario. El rebufo de una indiscutible victoria tras pasar el líder con derecho a un reconocimiento de alabanza debe ser también incentivo de aplicar aquello de que "este muerto está muy vivo".

Las Palmas Atlético echa el último bofe para cazar a un rival directo y el Recreativo mide sus hechuras en Las Palmas tras ajusticiar al líder, dado que sigue en play off de descenso y en las cuatro finales que le queda su reto es la siguiente ronda de buscar la Primera RFEF. Oportunidad de volver a ganar para certificar la progresión y recuperar la ilusión.