Análisis

José Ángel González

Adaptarse a la realidad

Ser más o menos competitivo sobre el césped depende de las virtudes de la plantilla

El Decano no debe caer más en los errores del pasado y tiene que adaptarse a su realidad. Lo que siempre debe ser una máxima en el Recreativo de Huelva es hoy por hoy más importante que nunca tras volver a recibir una inyección económica millonaria para poder salvar la temporada. No parece lógico que el Decano, en las circunstancias actuales, pueda permitirse el lujo de presentar un saldo negativo anual. La realidad es que el Decano tiene como prioridad seguir siéndolo. De ahí la ayuda de la ciudad. Y cualquier medida que ponga en peligro su supervivencia es un alarde que no deben permitir sus dirigentes, responsables del camino que el club albiazul debe tomar.

La austeridad, el control y buen desarrollo del día a día del equipo, con sueldos y condiciones óptimas para el trabajo, es el reto de este Recre. Ser más o menos competitivo sobre el césped depende ya de las virtudes de la plantilla, que será la que el Decano pueda permitirse tener. Ni más ni menos.

Prometer refuerzos en enero para acabar una temporada que, al según se apunta, ya es deficitaria no parece muy inteligente cuando detrás no parece que haya ningún empresario dispuesto a pagarlos.

La teta del Ayuntamiento debe garantizar el alimento básico para hacer del club una institución sólida y sin miedo a los incumplimientos de los compromisos adquiridos. Quién haya prometido más de lo que se ingresa y se paga es un temerario que, muy posiblemente, juega con pólvora ajena.

Está claro que si el Recre quiere ascender de categoría debe mejorar su actual plantel, además de muchas cosas más, pero también es razonable que las apuestas deportivas del equipo no recaigan en todos los onubenses, si acaso en sus aficionados y en quien busque rentabilidad económica del proyecto.

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