El Teatro Real comenzó ayer a las 18:00 en el Madrid Arena las casi seis horas que dura la única ópera de Olivier Messiaen, San Francisco de Asís, una obra de dimensiones gigantescas que nunca se había representado en España en versión escénica y a la que asistió la Reina. Doña Sofía llegó poco antes de las seis de la tarde al recinto de la Casa de Campo, donde tuvo que "trasladarse" el Real para instalar la cúpula de 22 toneladas y 13 metros de diámetro, por 14 de alto, diseñada por Emilia e Ilya Kabakov. Bajo sus 1.400 fluorescentes se instalaron los 9 solistas, encabezados por el español Alejandro Marco-Burhmester, los 120 miembros del coro -la mitad del titular del Real más el de la Generalitat Valenciana- y los 132 músicos, de los que 114 son de la Orquesta Sinfónica de la Radio Baden-Baden-Friburgo (SBR). El director musical, Sylvain Cambreling, es uno de los mayores expertos del mundo en Messiaen .

Serán en total sólo cinco funciones -tras hoy, los días 8, 10, 11 y 13 de julio- de una "epifanía de música y espiritualidad", según el director del Teatro Real, Gerard Mortier, que podrán ver cada día 4.200 espectadores, más del doble de los que podrían hacerlo en el Real. "A pesar de sus megadimensiones esta producción no cuesta más que una de Andrea Chenier, en torno a 2 millones de euros, y con la venta de entradas -13.000 son abonos y 7.000 se expenden en taquilla- el déficit no es mayor que el de El caballero de la rosa", añadió. Para garantizar la misma calidad de sonido en todo el recinto se han instalado 60 micrófonos y otros tantos altavoces, un sistema similar al que emplea la Super Bowl, en Hollywood.

Messiaen trabajó durante ocho años en la composición de San Francisco de Asís, entre 1976 y 1983, que le había sido encargada por el director de la Ópera de París, Rolf Liebermann, con la mediación del presidente francés Georges Pompidou. La ópera está estructurada en tres actos y ocho cuadros y acompaña la evolución espiritual del protagonista. Son cuatro horas y media de música a los que se añaden dos descansos de media hora.