Cultura

"Soy un tipo solitario al que le gustan las mujeres bellas"

Ha realizado programas de televisión, de radio y colaboraciones en prensa. Pero también ha actuado en películas -siendo nominado al Goya por Mejor Actor de Reparto en Moros y Cristianos, de Berlanga-, ha escrito numerosos libros, ha grabado discos y ha realizado multitud de espectáculos unipersonales. Hablar de Pedro Ruiz es hablar de todo eso… y mucho más. Admirado por muchos, odiado por otros, este catalán nacido en Barcelona en 1947 se enfrenta ahora a un nuevo reto: protagonizar la función Escándalo en palacio junto a la joven intérprete Lidia San José. Un texto irónico que parte de una noticia que afecta a los dos personajes de una trama la cual, a pesar de haberse comparado con la historia de Nicolás Sarkozy y Carla Bruni, no tiene, según nos explica su autor, nada que ver con el presidente galo y su esposa.

-¿Podría explicar de qué trata su texto? ¿Cuál es el hilo conductor de su propuesta?

-Bueno, es una pareja que se ve envuelta en un problema a raíz del que él debe dimitir. Es poder, es ambición, situaciones extremas. No tiene nada que ver con España ni tampoco con Francia. Lo mío es humor con más interés que humor.

-¿Dónde ambienta la trama?

-En un país inexistente en el que pasa algo que lo mismo podría haberle sucedido a Marco Antonio y Cleopatra, por ejemplo. Una oferta para un público de hoy. Siempre ha existido eso pero, ahora, se televisa.

-¿Por qué no se ha atrevido antes con este género?

-Porque estaba en otro tipo de trabajos que a mí me parecen más complejos. Sesenta papeles en dos horas y media es más difícil que una función así. No es algo que afronte con ánimo narcisista. Simplemente, quiero que me vean con otros ojos. Si el proyecto no lo asumo yo, nadie lo hace.

-Ésa es la consecuencia de tener fama de problemático…

-No ser dócil siempre es complicado. Soy muy solidario y, quien ha coincidido laboralmente conmigo, puede decírtelo. Lo único en lo que no participaría sería en algo violento.

-¿Es verdad que, parte de la mayor ausencia de Pedro Ruiz últimamente, se ha debido a un problema familiar?

-Sí. He estado doce años cuidando de mi madre. Eso es lo único importante que ha ocurrido en mi vida. La echo mucho de menos pero mi dedicación a ella ha sido máxima hasta hace justo cuatro meses. No hubiera aceptado ninguna oferta que me hubiera alejado de ella. La vanidad es una cosa, y la esencia, otra.

-Usted ha cumplido los 62 hace poco… ¿Se ven las cosas desde una perspectiva diferente?

-No. Nunca he tenido el síndrome de los 20, ni de los 30, ni nada de eso. Hago saltos mortales todos los días en la piscina, me cuido y, hasta ahora, la salud me ha acompañado. No fumo, no bebo, no tomo drogas…

-Y, además, ha tenido mucho éxito con las féminas… ¿Qué hay de verdad, y que no, respecto a su halo de conquistador?

-Seductor… ¡Qué va a hacer uno en relación a ese tema! Los mitos se esparcen a pesar de uno mismo. Jamás veté a "La oreja de Van Gogh" en ningún programa y, a pesar de eso, sigue el rumor. Soy un tipo solitario al que le gustan las mujeres bellas. No ha habido tantas y he pasado muchos instantes de soledad.

-¿Prefiere, según se desprende de sus palabras, estar solo?

-No. Las circunstancias lo han forzado así. Lo que pasa es que, con frecuencia, se confunden los impulsos y las esencias.

-¿No se cansa de nadar corriente?

-Sí, aunque también se entrena. Juan Diego dice que hay que ir como las truchas, que te dé el fresquito en la cara. No creo en la política. Le he dedicado demasiado (a pesar de que eso no signifique que desee ser agreste). Hago existencia de autor y procuro que mis errores me pertenezcan. Eso es una fortuna. Prefiero una equivocación propia que acertar con ideas ajenas.

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