Fila siete

El terror que no cesa

CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: 'Looper'.- Producción: Estados Unidos, 2012.- Duración: 88 minutos.- Dirección: Henry Joost y Ariel Schulman.- Guión: Oren Peli Zack Estrin.- Fotografía: Doug Emmett.- Montaje: Gregory Plotkin.- Diseño de producción: Jennifer Spence.- Intérpretes: Katie Featherston, Kathryn Newton, Matt Shively, Brady Allen, Alisha Boe, Tommy Miranda

Estas secuelas de los éxitos cinematográficos no sólo repiten los esquemas y los asuntos que tratan, sino que nos obligan a los críticos aunque no lo deseemos, a repetir conceptos, análisis y opiniones que resultan inevitables. Esta nueva película de tan fecunda saga, tras los 430 millones de euros recaudados por las anteriores -la última alcanzó más de 200 en todo el mundo-, es una secuela de la segunda -presentada como precuela- que, sin duda, recordarán muy bien la mayoría de los muchos seguidores que ha tenido la serie. Los realizadores, Ariel Schulman y Henry Joost, con guión del creador de la serie Oren Peli y Zack Estrin, han sublimado, podríamos decir, sus más impresionantes argumentos.

Está fuera de toda duda que una película como El proyecto de la Bruja de Blair (1999), marcó una nueva tendencia en el cine de terror que algunos realizadores han seguido más o menos fielmente o con una inclinación claramente imitadora. Paranormal activity y sus secuelas nos recuerdan inevitablemente ese polémico film con personalidad propia y con recursos muy domésticos. Sobre todo, en este caso y siguiendo sus precedentes, Paranormal activity 4, tiene un planteamiento de una asombrosa sencillez y demuestra como un proyecto económico realmente ínfimo puede causar un intenso impacto entre el público y su consiguiente efecto favorable en la taquilla.

Partiendo de un guión igualmente mínimo y de una puesta en escena entre minimalista y de una austeridad absoluta, trata de expresar ese aliento del terror, ese sabor del miedo, esa paranoia del pánico, que un simple ruido en la noche, una luz fugaz en la oscuridad nocturna pueden ocasionarnos un escalofrío desolador. Esta entrega continúa, como escribíamos, cinco años después, tras lo que veíamos en 2006, que concluía con el secuestro de Katie, que sigue interpretando como en las anteriores Katie Featherrston, de su sobrino, tras asesinar a su novio, su hermana y su cuñado. Volvemos a la casa de una familia donde se producen fenómenos paranormales, a raíz de que una mujer y un misterioso chico, Katie y su sobrino, van a vivir al vecindario. Una vez más con sencillos planteamientos los elementos técnicos sobresalientes son de uso habitual: unas cámaras web y smartphones. La clave del terror una vez más se basa en los terrores familiares de la gente. Si los espectadores que se han entusiasmado con esta terrorífica saga esperan más de lo mismo, pueden estar seguros de que lo van a encontrar, con todos sus lugares comunes pero con situaciones, si cabe, más pavorosas e inquietantes, que cumplen todos sus objetivos que no son otros que asustar al público. En suma una película para seguir interesando a los amantes de estos alarmantes relatos.

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