Cultura

La sombra en el hueco de las manos

  • El fotógrafo Moisés Fernández Acosta, 'Moi', expone sus 'Retratos de primera mano' en el Instituto Andaluz de la Juventud, un trabajo que es toda una revelación

No es el sitio apropiado, por la carencia de espacio y la dificultad para conquistar el silencio que se necesita a la hora de contemplar y reflexionar, pero se afanan para que sea el lugar donde la juventud exponga toda su creatividad. Enhorabuena. Se intenta, y satisface.

Moisés Fernández Acosta, Moi, fotógrafo, natural de Huelva, expone en Instituto Andaluz de la Juventud sus Retratos de primera mano. Toda una revelación. Toda una verdad de que la mocedad no es sinónimo de inmadurez sino de todo lo contrario, conocimiento y altos valores.

El título que introduce al texto lo sustraigo del maestro Luis María Anson. Hace poco escribía en las páginas de Huelva Información que nada es casual. Y cuánta razón. La pasión del académico por la obra escultórica del arquitecto Miguel Oriol hizo que su escritura girara para dibujar que su obra es "la sombra en el hueco de las manos, el sentido profundo de la forma y la medida, el osario de la palabra yacente, la independencia feroz del artista que se alza sobre las ruinas de la inteligencia".

Me quedé clavada con "la sombra en el hueco de las manos". Como es obvio, empecé a mirar mis manos. A jugar con ellas. Y con la de mis hijos y mi marido. Moldeé con ellos y con ellas figuras, intenciones, palabras y abstracciones. Todas las formas decían algo. Todas las formas encontraban más comentarios. Reales e irreales. Las manos como herramienta de comunicación. La primera palabra con apunte de gesto que el humano emitió. Allí, en cada movimiento expuesto, estaba, en el hueco de la mano, la sombra envuelta en un mensaje. Cómo una frase puede abrir un mundo de posibilidades. Todo ello se multiplica si la palabra se vuelve imagen.

Y eso ocurrió. En ese caminar por el azar, encontré en las páginas de nuestro periódico que en el IAJ exponía Moisés sus "retratos de primera mano". No sé porqué figuré sombras en el hueco de la mano de sus retratos. Fui al encuentro sin esperar que allí las sombras que me prestó para la reflexión Anson se tornarían luces en las manos de los retratados. Allí estaba la revelación.

Hallé retratos de manos de personas conocidas y otras que no. En todas, las manos en primer plano, y el rostro, que no era reflejo del alma sino de la palabra gesto, acentuando la personalidad y el mensaje del individuo.

De todas las manos, un gesto, una palabra, un significado, un grito, un mensaje. Comunicación en estado puro. Millán Salcedo te da amor sin falsedad ni ironía; Fernando Tielve solicita comprensión; Luisa Martín te invita con bondad; Wafir te atrapa; Luisa Camon espeta y te detiene; María Ruiz enamora sin condiciones: Martín Kuiper te da de beber, Guillermo Summer te alarga la mano cómplice con la vida; Kaly confiere quietud, calma, paz; Dulcinea Juárez te conduce al laberinto; Miguel Molina desprecia y desafía; Antonio Cuadri, pura deformación poética, te encuadra; Olivia Molina, bellísima, virgen con manto y mandorla divina; Antonio Velázquez, tensión, convencimiento, poder, fuerza; Carlos Portillo, oculta y destruye; Patricia Manes te dibuja la música; Agar Blanco, sutil, te regala la mano y el futuro con incógnita; Juanmi Portillo, bondad entre humos que no dejan sombras; Antonio Dechent, tanto…, que es todo; y así personajes que te traen y que te llevan con sus manos a despejar las dudas que no se dicen con las palabras salidas de la boca.

Continúa el cúmulo de casualidades. Al llegar a la redacción, un correo me llama la atención por inesperado. Víctor Pulido me avanza parte del catálogo de su próxima exposición en el Museo de Huelva. Moisés es el autor de las fotografías. Las de sus cuadros son realidades sin mestizajes ni mentiras que funden a dos artistas. Resultado, lo que el ojo ve. Calidad contrastada. La de Teo, dibujo de Leonardo, obra maestra, luz en el alma de la inocencia. No hay sombras. Resultado: pellizco, duende.

Moisés, pone alma, sentido y amor a la sombra en el hueco de las manos de sus retratados. Con tan pocas palabras, este fotógrafo de Huelva que gira por el mundo sin miedo a lo desconocido, nos desvela toda la verdad de los hombres y las mujeres que contempla. Si aún estás a tiempo, en la calle Rico te esperan unas manos que pueden ser las tuyas: sombras en el hueco de la mano.

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