TOROS

Más vergüenza torera que bravura en la plaza de Aracena

  • Moura Caetano y Andrés Romero salen a hombros tras lograr dos orejas cada uno a una deslucida corrida de Dias Coutinho

  • Ana Rita corta una oreja al primero de su lote

Desangelada y sin alma de bravura la corrida del hierro portugués de Dias Coutinho. Fue la piedra de toque en la que encontrar el diferente oficio que atesora la terna actuante, en la que destaca una seria y solvente actuación de Andrés Romero frente al complicado tercero de la tarde.

Kabul fue el artífice eficaz con el que desarbolar la fea embestida del toro y otra, la del sexto, sobresaliente en la calidad con la que Caimán ayudo al torero de Escacena a coger las riendas de una embestida más fija y duradera.

Así, dejó explícito sobre la tarde el buen momento que Romero y su cuadra gozan en este inicio de temporada, aunque esta vez los aceros dejaran sin premio la más completa actuación del festejo.

Mal compañero para el triunfo ese primer toro del lote de Andrés Romero, esperando, cruzándose, arreando con mal estilo y sin clase. Trabajosa lidia de Romero y Kabul para hacer que todo aquello dejara rescoldo en el tendido y lo dejó cuando el de Escacena acertó a dejar un rejonazo muy efectivo en buen sitio.

Desangelada y sin alma de bravura la corrida del hierro portugués de Dias Coutinho

En cuanto a lo más potable de la tarde hay que contar que Ana Rita se llevó el mejor toro del encierro en el quinto acto. Un ejemplar con más fijeza, nobleza y con cierta clase a la hora de seguir la estela de la cabalgadura. Más discreta en este acto Ana Rita con el bueno, y destacada en esa labor frente a un toro áspero y reservón, gastando sus fuerzas cuando el viaje le llevaba hacia tablas y con el que Rita arriesgó por momentos para llegar a la cara de un toro que poco honor ha de dejar a la divisa.

Quizás la corrida acusara la edad o simplemente es que fueron malos compañeros de todo ese afán que la terna actuante puso sobre el tapete del ruedo. Verdad es que, con más o menos acierto, no se les puede reprochar a ninguno que no lo intentaran por todos los medios.

Moura Caetano dejó la sensación de oficio frente al que abrió plaza, al que anduvo porfiando por encima de las nulas condiciones de un toro con pocas ganas de seguir la estala que marcaba el viaje del caballo. Moura fue consintiendo todo eso hasta lograr tres buenos pares de banderillas y ahormar al tendido para que llegaran esas dos orejas que le cortó a este ejemplar.

Poco acertado con los aceros, el cuarto acto fue de todo menos brillante. Antes de que llegara el carrusel de cortas el toro ya se había echado sobre el albero sin ánimos de cambiar de postura. Tampoco Caetano ayudó con esa demora en los aceros de muerte a que la tarde apuntara méritos para nadie.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios