Cultura

"Las pasarelas esconden muchas telarañas"

Noelia López y María José Gallego, las dos supermodelos que ha dado el concurso de Cuatro, la tienen como un ídolo. Y no es de extrañar. Con tan sólo 26 años, Laura se ha convertido en la maniquí española más solicitada. No contenta con eso, se acaba de estrenar como actriz en el papel de Pepa, el nuevo fichaje de Los hombres de Paco.

-El Club de Flo fue una plataforma tanto para Eva González, como para usted. A ella le han llovido las ofertas como presentadora y ahora es usted la que se estrena como actriz en Los Hombres de Paco. ¿Qué nos puede adelantar de su personaje en la serie?

-Pepa es la hermana de Paco y además, es lesbiana. Va a tirarle los tejos a una compañera, pero no puedo adelantaos mucho más. Aunque, casi por descarte, podríais averiguar a quién será.

-¿Te sientes identificada?

-De momento, con sus tendencias sexuales, casi que no ja ja ja (risas). Me gustaría ser como Pepa, una de esas mujeres que no se cortan en decir cuatro verdades y sacar la pistola cuando hace falta. Ella nunca permitiría que nadie la pisara.

-Jaydy Michel, Esther Arroyo y Blanca Romero también se han atrevido con la interpretación, mientras que algunas actrices como Vanesa Romero y Marta Nieto se subían a las pasarelas. ¿Qué tienen en común la moda y la interpretación?

-Las artes no son compartimentos estanco. Desfilar tiene mucho de interpretación y no me extraña que algunas actrices se dejen seducir por la moda. De todas maneras creo que son trabajos esporádicos, salvo en el caso de gente como Blanca. No conozco a una mujer más polifacética que ella.

-La moda le ha regalado grandes amigas como la propia Blanca Romero, Nieves Álvarez y Ariadne Artiles. Josep Font es otro de tus incondicionales. ¿Qué opina de su debut en las pasarelas parisinas?

-Es íntimo amigo mío y estoy orgullosísima del trabajo que ha hecho con su colección de alta costura. Ni te imaginas los nervios que tenía antes de la presentación. Aquel día yo tenía que rodar y no pude ir a verlo. Me dio mucha pena, porque sé la de horas que le ha dedicado a esos modelos, cosiéndolos lentejuela a lentejuela.

-Su madre es costurera. ¿Ha heredado su arte con la aguja?

-¡Uy, qué va!, ¡casi ni sé coserme un botón!. Menos mal que la tengo a ella, que me sigue haciendo muchos arreglitos en la ropa.

-Cuando baja de la pasarela, ¿es de las que se dejan arrastrar por la moda?

-Ya sabes, en casa del herrero, cuchara de palo. No me interesa demasiado seguir las tendencias, me limito a escoger aquello que me gusta y me sienta bien. Lo único que me pierden son los zapatos. Con 14 años medía 1'80 y siempre iba plana, pero desde me quité el complejo, no me bajo de los tacones.

-¿Qué han supuesto Victorio & Lucchino para su carrera?

-Me dieron una gran oportunidad cuando me llamaron para trabajar como modelo fija para las pruebas de sus creaciones. Pero tampoco es verdad que sean mis descubridores. Por aquel entonces ya había hecho varios desfiles y editoriales.

-La hemos visto de novia en varias ocasiones para Rosa Clará. ¿Fuera de las pasarelas te ves de blanco algún día?

-Al menos, no en breve. Ahora estoy disfrutando de mi niña y he descubierto que Aitor es un padrazo. El resto, ya se verá.

-¿Te ha cambiado la vida ser mamá?

-Uf... ¡Totalmente! Me ha enseñado nuevos valores, algunos miedos y el amor incondicional.

-¿Qué hay detrás de ese mundo de glamour que representa la moda?

-A mí me parece una inmensa obra de teatro. Hay mucha mentira, mucha puesta en escena y detrás de todo, algunas telarañas.

-¿Crees que son realistas los modelos de cuerpos femeninos que ha propuesto Sanidad?

-Desde luego en mí no han pensado. A ver si un día se ponen de acuerdo los de la industria de la moda y nos alargan los pantalones y las mangas de las camisas, que las altas lo necesitamos (risas).

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