Cuando apenas subsisten ya los tradicionales cines de verano de la ciudad, asolados por la voracidad inmobiliaria o por la desidia de los empresarios del sector, las programaciones cinematográficas de Nocturama, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), y 21 grados, la apuesta por la cultura nocturna (que incluye conciertos, cine, teatro, recitales poéticos o performances) iniciada este año con buen criterio por el Cicus de la Universidad de Sevilla, proponen una variante fina y culta a la ya vieja costumbre de pasar las noches frente a la tela blanca con una bebida fresca en la mano.

Si antes la película era lo de menos, este nuevo concepto de cine de verano al aire libre afina sus criterios de programación buscando el carácter temático (homenajes incluidos) de sus ciclos o asumiendo ciertos riesgos y audacias para una ciudad que, incluso en invierno, no siempre responde como debiera en lo que a la cultura cinéfila se refiere.

La programación de agosto de 21 grados se iniciaba ayer lunes con un pequeño ciclo dedicado precisamente a la noche, ciclo que se abría con La noche de la iguana, la adaptación de la obra teatral de Tennessee Williams que dirigiera John Huston. Hoy mismo (todas las sesiones arrancan a las 22:30) puede verse Fugitivos en la noche, una de las cintas menos conocidas de Roberto Rossellini, con la que el maestro regresaba al tema de la Resistencia de sus primeros y esenciales títulos neorrealistas. Las noches de Cabiria, de Federico Fellini, y Adivina quién viene esta noche, la comedia interracial de Stanley Kramer protagonizada por Sidney Poitier, Spencer Tracy y Katharine Hepburn, completan (miércoles 5 y jueves 6) un miniciclo en el que, ya que estamos, podría haberse incluido un título que hubiera venido que ni pintado para la ocasión, Noche de verano en la ciudad, de Michel Deville.

La semana del 10 al 13 está íntegramente dedicada al recientemente fallecido Paul Newman, de quien podrán revisarse La gata sobre el tejado de zinc, de Richard Brooks, El buscavidas, de Robert Rossen, El Golpe, de George Roy Hill, y Camino a la perdición, de Sam Mendes, en la que el actor hizo su última gran aparición en el cine.

El prolífico e inconstante Steven Soderbergh, adalid del cine indie y seductor de estrellas en el Hollywood posmoderno, protagoniza la tercera semana de la programación, en la que se proyectan sucesivamente El buen alemán, Erin Brokovich, Buenas noches y buena suerte (dirigida por su amigo George Clooney aunque producida por él) y la oscarizada y fronteriza Traffic.

Fuera de ciclos, el sábado 22, esta vez en el patio de la nueva Facultad de Derecho, 21 grados acoge una muestra de cortometrajes auspiciados por Future Shorts, una plataforma para la difusión y distribución internacional de cortometrajes creada en fechas recientes. Se anuncia que algunas proyecciones tendrán música de acompañamiento en vivo.

También va de homenaje la programación de la cuarta semana, del 24 al 27 de agosto. Se rinde tributo al gran Rafael Azcona, de cuyo inconfundible y sardónico humor podremos disfrutar una vez más a través de dos títulos de Berlanga, El verdugo y La vaquilla, y de Belle epoque, de Fernando Trueba, y Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda, su última contribución al cine español que tanto lo echará de menos.

Nocturama, por su parte, oferta en agosto (viernes y sábado, a las 22:00) el ciclo titulado Mirando otras ficciones, interesante propuesta sobre las diferentes variables de la metaficción y la reflexión sobre el medio cinematográfico y sus vericuetos creativos que viene aliñada con una lista de títulos que se nos antojan imprescindibles en su radical y necesaria modernidad: por este orden, y desde el sábado 1, se pueden ver Blow up (Antonioni), Persona (Bergman), El estado de las cosas (Wenders), Redacted (De Palma), Caché (Haneke), Memento (Nolan), La mirada de Ulises (Angelopoulos), Vania en la calle 42 (Malle) y Videodrome (Cronenberg).

Más información y detalles en: http://www.cicus.us.es

http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caac