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"El odio que tengo es producto de la enseñanza que recibí en Cuba"

  • La autora exiliada en París conduce unas charlas en Miami para recordar que "todo lo que está pasando en Venezuela ha sucedido" antes en su país

Zoé Valdés en Miami, donde conduce unas charlas sobre la actualidad en Venezuela.

Zoé Valdés en Miami, donde conduce unas charlas sobre la actualidad en Venezuela. / jorge ignacio Pérez / efe

La escritora cubana radicada en Francia Zoé Valdés afirmó en Miami (EEUU) que los exiliados como ella no han podido "lavar" el odio, algo de lo que sí han sido capaces personas que estuvieron hasta 20 años en las cárceles castristas.

"Duele decirlo. No es nada positivo. Es una dicotomía porque al mismo tiempo que es sano, no es positivo. El odio que tengo es producto de la enseñanza que me tocó en las escuelas de Cuba, hubiera o no querido, porque mi madre, mi abuela y mi tía trataron de que no me perforara esa enseñanza", dijo Valdés durante una entrevista con Efe.

Lo primero que nos enseñaron fue a odiar al capitalismo, al imperialismo; todo era odio"Una de las cosas que hacen el totalitarismo y el comunismo es extraer el alma de los ciudaddnos"

La creadora de novelas como La nada cotidiana (1995) o Te di la vida entera, finalista del Premio Planeta en 1996, viajó desde París, donde vive desde hace 27 años, para guiar en Miami una charla sobre la actualidad de Venezuela.

"Lo primero que nos enseñaron fue a odiar al capitalismo, al imperialismo, a los americanos; todo era odio. Mi generación es un producto de eso", sostuvo la autora y recordó cómo hubo un tiempo en el que se aisló dentro de su propio país. "Puse doble cerrojo, rejas. Odiaba a la presidenta del Comité (de Defensa de la Revolución, organización castrista que facilita la vigilancia en los barrios); odiaba todo y esto lo cuento en La nada cotidiana", recapituló la cubana.

Al mismo tiempo, entiende que personas que estuvieron 20 años en la cárcel por razones políticas manifiesten que no sienten odio, como es el caso de los "plantados" Ángel de Fana y Ernesto Díaz Rodríguez, que hoy viven en Miami y estuvieron a su lado durante el conversatorio.

Por "plantados" se identifica en Cuba a los presos políticos que se niegan a acatar las órdenes de sus carceleros y a llevar el uniforme reglamentario.

"Los entiendo porque ellos se estaban sacrificando en la prisión, y ese sacrificio les lavaba el odio, pero nosotros que salimos al exilio no pudimos lavarlo", dijo la escritora.

Sobre qué espera de Venezuela, Valdés expresó que "la gente seguirá saliendo a las calles a dar la vida, sobre todo los jóvenes, porque aquel es un pueblo muy valiente, de mucho impulso y uno de los primeros en declararse libre de la esclavitud, un pueblo que lideró durante siglos los movimientos libertarios en América Latina, con Bolívar a la cabeza".

Valdés, que dice trabajar al mismo tiempo en varios proyectos literarios "para descansar de un tema cuando está muy cargado", fue quien ideó la charla de Miami.

Allí recibió el apoyo de las agrupaciones del exilio cubano Patria de Martí, Plantados hasta la Libertad y la Democracia, y Alpha 66, además de amplia presencia de venezolanos residentes en la ciudad del sur de la Florida. "Organizamos este conversatorio -explicó- para que se recuerde que todo lo que está pasando en Venezuela ha sucedido en Cuba. Queríamos recordar el enfrentamiento que hubo en el Escambray", un episodio de lucha armada entre el Gobierno y los opositores a la entonces naciente revolución cubana.

"El tiempo ha pasado y el pueblo cubano se robotizó. Hoy es un pueblo sin alma. Una de las cosas que hacen el totalitarismo y el comunismo es extraer el alma de los ciudadanos", amplió la prolífica narradora y también activista por los derechos humanos.

"Cuando lo único que te interesa es la sobrevivencia, o sea, comer lo que te toca por la libreta (cartilla de racionamiento), y no sientes deseos de leer un libro o de ir a un museo porque el día a día es un infierno, todo eso es un indicador de que el ciudadano no tiene alma", comentó la escritora, que en 1995 solicitó asilo en Francia y quien en estos días ha escrito en las redes sociales: "Venezuela, tu dolor me hace tu hija".

Valdés adelantó que tras sus más recientes libros de narrativa (La Habana, mon amour, de 2015, y La noche al revés, de 2016) saldrán dos novelas, una de ellas la erótica La salvaje inocencia, que verá la luz en francés en 2018.

La otra, en la que ha trabajado 25 años, es "una novela histórica inspirada en Batista. No es una biografía", dijo sobre Fulgencio Batista Zaldívar, gobernante cubano electo entre 1940 y 1944 y de facto entre 1952 y 1959, año del triunfo de la revolución.

"Se van a aclarar muchas cosas que fui encontrando en libros escritos por él mismo, así como en otros que se publicaron en los años 40 y 50 por personas que han sido borradas de la historia de Cuba", prometió Valdés.

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