Cultura

El nuevo tomo de los 'Dibujos de Huelva', de José Bacedoni

Pepe Bacedoni nos deleita, una vez más, con la esperada continuación del tome I de Dibujos de Huelva: Citas y Pensamientos, traspasando a nuestra sensibilidad sus sentimientos sobre aspectos trascendentales y comunes de la vida que, casi inconscientemente, asumimos y reflexionamos acerca de ellos. Sus citas y pensamientos, directos y contundentes, se manifiestan de manera concisa pero clara y sencilla, comprensibles y sin eufemismos ni florituras gramaticales ni barroquismos literarios o lingüísticos, pero con el énfasis necesario para despertar los más íntimos rincones de nuestro entendimiento, haciéndonos hurgar y recapacitar sobre el contenido de sus mensajes acerca del amor, la belleza, la bondad, la pobreza y la solidaridad, pilares básicos que constituyen la clave de su declaración social, cultural y afectiva.

Conjuntamente, su plumilla mágica nos ofrece una panorámica diversa y selectiva del paisaje urbano de Huelva y de algunos pueblos de la provincia que se distinguen, bien por su valor alegórico, monumental, simbólico y artístico, o bien cargados de historia.

Ya en la portada, contemplamos una extraordinaria perspectiva de la monumental y grandiosa iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Granada, de Moguer, temple casi catedralicio, con su giraldesca torre.

Construcciones emblemáticas como el muelle cargadero de mineral de la que fue poderosa Compañía de Río Tinto. Del legado que nos ha dejado la presencia británica en nuestra ciudad, disfrutamos de la barriada Reina Victoria, de singular estilo arquitectónico, y que de siempre hemos conocido como el Barrio Obrero. La riqueza ancestral y salomónica de nuestras minas también ha merecido la atención de los franceses, sobre todo en la zona de Tharsis, dotada de los medios adecuados para la exportación marítima de sus extracciones, con la construcción de muelles en el río Odiel en los que nos dejaron prácticas, útiles y artísticas casetas, como la que nos dibuja Bacedoni. Nos presenta, ademas, reliquias ya desaparecidas, como el kiosco de Paco Isidro en el Punto; el multivecinal Brasil Grande con reminiscencias del Trofeo Colombino; la babélica Palmera en la plaza de Quintero Báez, antiguo Paseo del Bacalao. De nuestro extraordinario patrimonio tenemos la parroquia mayor de San Pedro, alzada en la antigua Plaza Alta de la ciudad, declarada Bien de Interés Cultural en 1999. El convento de la Merced, fundado en 1605 por el duque de Medina Sidonia; ha sido desde alojamiento de los frailes mercedarios, hasta instituto, Escuela Normal, Hospital Provincial y, finalmente, Facultad de Derecho y Ciencias Económicas. El temple fue declarado Catedral en 1954. El monumento a la Fe Descubridora, o monumento a Colón, nuestro icono más representativo, y la iglesia de la Concepción, datada en 1515, anclada en el corazón de la ciudad.

Bacedoni tiene muy presente el estandarte colombino de Huelva y nos lo recuerda en lugares tan emblemáticos como el monasterio de Santa Clara de Moguer, fundado entre 1337 y 1338 por el primer señor de Moguer, el almirante Alonso Jofre Tenorio y su esposa Elvira Alvárez. El convento de San Francisco, la casa Museo de nuestro Nobel Juan Ramón, su casa de Fuentepiña y el señorial Ayuntamiento.

En su recorrido nos sitúa en el alma y cuerpo del Descubrimiento, en Palos de la Frontera y su entorno: el convento franciscano de La Rábida con su Patio Mudéjar, la modesta Fontanilla abastecedora del agua de las tres naves más famosas de la Historia, y la Iglesia de San Jorge. ¿Hay quien de más?, sin olvidar el mundo del saber concentrado en la Universidad Internacional de Andalucía.

Se despide Bacedoni con un Rocío desde las marismas, arenales rodados de la Romería más importante del mundo. Para finalizar, esperamos de Pepe Bacedoni un suma y sigue.

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