"Mujeres…". No hay muletilla que saque más de quicio a Alejandra Botto. Pero ella siempre responde: "Tú estás aquí gracias a una". Esta temperamental cantante, de raíces gaditanas, vive sin permitir que otros dirijan sus sentimientos o su cabeza. Por eso, se atreve a expresas libremente que es ahora cuando se siente "más auténtica".

-Antes su música sonaba más latina, ¿por qué 'Curvearte' se acerca a un pop algo más rockero?

-Este disco es completamente distinto a los otros, más parecido a lo que llevo en directo, un sonido más de grupo. Lo que siempre he querido hacer.

-Ha compuesto y producido las 12 composiciones incluidas en este tercer álbum. ¿Qué ha querido expresar con ellas?

-He hecho un disco muy en la onda de la mujer actual. Hemos conseguido hacer realidad esa rebeldía que, décadas atrás, ansiábamos. Nos hemos liberado. Ahora, la mujer puede elegir como quiere vivir la vida, sin tener que aguantar que otros la manejen. Hay excepciones, pero hay mucho camino avanzado. Lo que tenemos que hacer es no retroceder.

-¿Cree que en España nos es más difícil reconocer el talento de una chica ante el micrófono?

-Es difícil reconocer el talento en general, ya sea de un hombre o de una mujer. Sí es cierto que hay complejo a la hora de decir que te gusta una chica que canta en solitario, cosa que no pasa si ésta se ve respaldada por una banda. Aunque, a decir verdad, lo que recordamos de estos grupos es la voz principal. En mi caso, adoro mi nombre y no me lo voy a quitar.

-Nació en Madrid, pero pasa largas temporadas en Cádiz. ¿Qué tiene de especial la tierra de su familia?

-Lo que más me gusta es caminar por el centro. Fijarme en las piedras del suelo, los edificios… Cádiz es un trocito de historia, por cualquier sitio que pises. ¡Esta Tacita tendría que ser de oro y no de plata!

-¿Qué tipo de música suena en su iPOD?

-¡Alejandra Botto! (risas). En serio, creo que hay escuchar todo tipo de música para poder ser libre y, así, componer. Desde Plácido Domingo a Lisa Stanfield, pasando por Rocío Jurado y Raphael. Cada momento del día tiene su son.

-Desde los 15 años, ha estado ligada al mundo del espectáculo, donde ha hecho música, series y ha presentado programas. ¿Cuál faceta es la más vocacional?

-Cuando empecé a trabajar, me fascinaba la televisión. Pero la música aúna lo que me gusta más hacer. La canción es también expresión y, al subirte al escenario, también interpretas. No te manda nadie y, ante los errores, sólo estás tú para darles solución.

-En Latinoamérica es muy conocida, ¿cómo quiere que la recuerden aquí en su país?

-Sobre el escenario, me encantaría ser reconocida como buena artista. Pero aún es más importante que, al bajar de ahí, te confieran una calidad humana.

-Da la impresión de ser una mujer de rompe y rasga. ¿Esa imagen refleja su forma de ser?

-Sí. Soy de las que me enfrento a todo lo que se me ponga por delante. Y sé que puedo hacer las cosas igual de bien que un hombre o, incluso, mejor. No es cuestión de ser feminista, sino femenina. Aunque cuando nos tocan el corazón es otro tema…