Cultura

"La moda tiene un techo para el hombre"

Hace unos años descubrimos a este gaditano en su debut como actor. Fue con La voz de su amo, otra obra de su paisano Pedro Muñoz Seca. Desde entonces hasta ahora, pocas cosas han cambiado en el portuense, que sigue viviendo cada función con los nervios de un niño en la Noche de Reyes. Esta noche, a las 21.00 horas, se atreve a ponerse en manos del director José Luís Alonso de Santos en el Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca de El Puerto de Santa María. Allí celebra el Día Mundial del Teatro con una comedia de lo más reivindicativa: Anacleto se divorcia.

-Es la segunda vez que le veo sobre las tablas interpretando una obra de Muñoz Seca. ¿Qué le ha conquistado de su paisano?

-Muñoz Seca es un autor que posee un valor teatral importantísimo. Aparte del peso satírico que caracteriza a sus obras, nunca se olvidó de incluir entre sus versos las inquietudes cotidianas de cualquier ser humano. Eso impide que obras tan bellas como La venganza de Don Mendo pierdan vigencia, pase el tiempo que pase.

-La comedia que presenta esta noche es un alegato contra el divorcio, que se escribió durante la República. ¿Cómo se puede defender un tema como ese en pleno siglo XXI?

-No es exactamente así. El autor escogió el divorcio como leitmotiv porque en aquel momento se acababa de aprobar la ley y el tema estaba de plena actualidad, pero su verdadera inquietud era la guerra de sexos. Anacleto se considera una víctima de las manías de su mujer y recurre desesperadamente a la novedosa opción legal. No tiene más. Además, si observan con detenimiento sus textos, verán que Muñoz Seca defendió ideas revolucionarias para su época como el sindicalismo y el asociacionismo obrero.

-¿Quiere usted decir que se ha manipulado la figura literaria de Muñoz Seca?

-Lo que pasa es que muchos han querido politizar su obra y han condenado a este autor sólo porque lo fusilaron los rojos. A García Lorca le tocó morir a manos del otro bando y lo han elevado a la categoría de mito. No es justo. Ambos tenían buena pluma, ¿qué más da el bando en el que militaran? Lo peor es que Muñoz Seca no era el conservador que se dice. Como prueba, ahí está José Luís, que estuvo preso en Tánger durante el franquismo, sigue defendiendo la obra de este dramaturgo.

-¿Qué significa para usted actuar bajo la batuta de Alonso de Santos?

-Bueno, ¡yo que te voy a decir! Además de ser Premio Nacional de Teatro y un director de sapiencia incuestionable, José Luis es ante todo, un amigo. Yo crecí en esta compañía, con mi padre y algunos compañeros que me conocen desde el útero. Nada me haría tanta ilusión como trabajar con ellos, ¡ni que me llamase Almodóvar!

-A lo mejor aún no lo conoce todo el mundo como actor teatral, pero su papel en la serie Arrayán no pasó desapercibido. ¿Cómo recuerda aquella experiencia en televisión?

-Era muy divertido. La gente me paraba por la calle y me contaban la trama. Fonsi les sonaba mucho más que Enrique Miranda ja ja ja. (Risas). Hay quien critica este tipo de formato, pero sólo hay que ver los datos de audiencia para tomarse las telenovelas un poco más en serio.

-¿No echa de menos el mundo de la moda?

-Me quito la espinita de vez en cuando. De hecho ahora tengo pendiente un catálogo para un cliente y hago cositas para el Corte Inglés. Lo que pasa es que después de haber desfilado en las mejores pasarelas, me di cuenta de que seguía cobrando mucho menos que mis compañeras y que la moda tiene un techo para los hombres. Además yo soy defensor de las dicotomías, que me dedique a la interpretación no quiere decir que haya dejado completamente la moda.

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