Cultura

Los mejores fogones, a dieta

  • Restaurantes de la provincia ofrecen menús bajos en calorías para hacer más llevadera la cuesta de enerol gastronomía Platos bajos en grasa, ensaladas, verduras y pescado blanco dibujan las cartas para contrarrestar esos kilos navideños

Apagada la vorágine de las comidas navideñas, los ciudadanos se afanan en contrarrestar esos kilos de más que se adhirieron a nuestro cuerpo como consecuencia de los excesos de una dieta atomizada en calorías. Con los renovados propósitos para el nuevo año de hacer que nuestra figura no pierda los cánones que poseíamos antes de dar comienzo las fiestas, en las casas comienza a rendirse tributo, aunque con ciertos recelos y pesar, a esos platos bajo en grasas, en los que las ensaladas y verduras conforman el menú de referencia.

No obstante, los que se ven obligados a comer fuera de casa se encuentran ante la imposibilidad de disponer de una carta que contengan platos que casen el sabor supremo con los preceptos que fija una dieta baja en calorías. Es por ello por lo que algunos de los mejores fogones de la provincia se afanan, cada vez más, en disponer de exquisiteces que no contribuyan a dar razones por las que lucir el tan temido 'michelín'. De esta manera, en las cocinas comienzan a reinar las verduras y hortalizas, los pescados blancos para su elaboración a la plancha, las ensaladas de pasta, amén de otros platos que se engloban en lo que muchos denominan como la cocina de autor. Y todo ello sin que nuestro placer en el yantar se vea resentido.

Precisamente en este campo se han logrado importantes avances en la elaboración de los postres en las que cada vez más se sustituyen los azucares refinados por la fruta, algo esencial para bajar el valor calórico del plato. En la provincia de Huelva esta misión es todavía más sencilla de llevar a cabo, al disponer de frutas del tiempo como la fresa y la frambuesa, productos ambos que se prestan con gran éxito a las exigencias de la alta cocina. De hecho, algunos chefs utilizan soluciones originales para resolver las disyuntivas que se presentan a la hora de si brindar mayor sabor a un postre pero costa de elevar los niveles de glucosa. Para lograr romper este paralelismo se utilizan, por ejemplo, plantas endulzantes como la Stevia rebaudiana, originaria de Perú, que, a pesar de presentarse baja en calorías, dicen ser más potente que el azúcar. Pero a quienes no le guste innovar y prefieran apostar sobre seguro en el sabor, siempre tienen a su disposición una receta milenaria heredada a través de la sabiduría popular: "comer de todo, pero tan sólo un 80% de nuestra dieta habitual". Mano de santo, como dirían las abuelas.

Pero para quienes el apetito les reclama su ingesta habitual de alimentos, siempre queda el recurso de abandonar aquellas delicatesen para el paladar pero de alta factura para nuestro metabolismo. De hecho en el Condado es difícil hallar restaurantes que adapten sus cartas a estos caprichos que, en muchos casos, suelen ser una moda pasajera. Sin embargo, estos centros del buen yantar de la cocina tradicional si constatan que los comensales suelen privarse, durante el mes de enero, de frituras, carnes asadas o en salsa, así como los platos que entienden poseen un mayor contenido graso. Todo ello además de abstenerse del pan y de reducir la ingesta de bebidas con alta graduación de alcohol.

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