Cultura

En la médula de lo jondo

50º Festival Internacional del Cante de las Minas. Israel Galván con 'La edad de oro' y José Mercé en concierto. Baile: Israel Galván. Cante: David Lagos. Guitarra: Alfredo Lagos. / Cante: José Mercé. Guitarra: Moraíto. Lugar: Antiguo Mercado. Fecha: domingo, 8 de agosto. Aforo: Lleno.

Israel Galván arrasó en La Unión. Desde el minuto uno fue jaleado y aplaudido sin cesar por el público unionense. El bailaor sevillano vino a La Unión con un espectáculo, La edad de oro, que ha de andar ya por su representación número 200. La edad de oro es un espectáculo diferente cada noche, una obra abierta al instante, al contexto y a la intimidad de los intérpretes. Además de ello, hay una diferencia fundamental entre esta obra y la última La edad de oro que vi en Alcalá de Guadaíra en 2007. Me acuerdo de los que no están, de los que viven en nuestros corazones, los que partieron desde entonces. De forma particular, obviamente, de Fernando Terremoto, cuyo papel, en la nueva La edad de oro, es representado por David Lagos. Lagos es un intérprete de personalidad arrolladora, no es, ni muchísimo menos, un mero suplente de Terremoto. David hizo malagueñas entregadas, evocó la edad de oro del cante del Mellizo, con un Alfredo Lagos pulcro, templado, metálico, aéreo. Alfredo ofreció también dos números solistas deliciosos. Israel lucía una llamativa rodillera fruto de una lesión. Con todo estuvo más frenético que nunca, acrobático, denso, barroco, poblando la escena, una y otra vez, de personajes de todo tipo: fantásticos y cotidianos, silentes y piadores, animales y vegetales, en colores y en blanco y negro. Sin escenografía, en la médula de lo jondo, pletórico y ante un público feliz. Una propuesta acorde con los aires, con la tierra, de estos pagos mineros, cuyos sones por tarantos fueron los que abrieron la noche.

José Mercé vino también con ausencias: el grupo que lo suele acompañar en los últimos tiempos se quedó en Madrid. Así ofreció un recital canónico por malagueñas, soleares, seguiriyas, alegrías. Por supuesto que en los bises tuvo que echar mano de los éxitos, Aire y Al alba, que el público le demandó. Eso sí, después de haber demostrado que como cantaor clásico sigue en plena forma.

Por la tarde, el cineasta Carlos Saura había recibido el premio especial de la convocatoria cultural a las artes cinematográficas flamencas de manos del alcalde de La Unión, el entusiasta Paco Bernabé. Saura me aconsejó, y se lo trasmito a ustedes, que no me pierda el número de Galván en su nueva película, Flamenco, flamenco, de inminente estreno.

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