El guitarrista Manolo Sanlúcar lamentaba ayer la muerte de su "compadre" Paco de Lucía y destacó que "más que lo que se va con él, lo importante es lo que deja, un gran legado". "Se crea un vacío porque tenía una identidad muy acusada", resaltó Sanlúcar, que considera que Paco de Lucía era una persona "con una capacidad interpretativa tremenda, unas facultades inusuales y, sin duda, un referente que ha marcado profundamente la historia de la guitarra española: su trayectoria y su obra son un árbol frondoso que está lleno de cosas". El sanluqueño confesaba ayer que se quedó "sin palabras" tras conocer la noticia del fallecimiento y señaló que el guitarrista algecireño ha supuesto "muchísimo" en su vida por "esa concepción de la profesión, de la cultura y de la amistad que tenía".

"Yo era amigo de su hermano Ramón, y desde niño cuando empezaba y apuntaba maneras ya se veía lo especial que era", indicó Sanlúcar, al tiempo que explicaba: "Somos compadres, bauticé a su hijo Curro y compartimos siempre cosas tan esenciales como son las inquietudes de nuestra cultura y de nuestra tradición, la situación de nuestra cultura en el mundo". Para Sanlúcar, Paco de Lucía deja años "de extraordinaria riqueza, y un mensaje único, porque tomó conciencia de la situación de la guitarra en su época y se responsabilizó de lo que había que hacer para progresar. Si la guitarra ha progresado mucho ha sido por lo que él hizo".