Cultura

Entre magos de Huelva anda el juego

  • La Asociación de Ilusionistas Onubenses celebra la festividad de su Patrón con una gala

Noche de magia en Huelva. La Asociación de Ilusionistas Onubenses (AIO) celebró la fiesta de su Patrón, San Juan Bosco, con una cena-gala en el Acebuche en la que los protagonistas fueron los magos. A lo largo de la velada los ilusionistas fueron recorriendo las mesas realizando los más variados trucos, permitiendo a los asistentes presenciar la magia más de cerca. Grandes y pequeños disfrutaron con el arte del ilusionismo.

Fomentar la magia y disfrutar con ella es el objetivo de la AIO, que reunió en la festividad de su Patrón a profesionales y aficionados de Huelva y provincia. Una noche en que noveles y veteranos lograron con sus habilidades ganarse la admiración de los allí presentes.

Como aperitivo, los magos realizaron por las mesas trucos de cartas. Entre ellos, María Tavares, la única maga. que intervino en el acto de presentadora. Ésta tuvo como ayudante a una niña en su juego de magia. Moly, el más veterano, mostró sus peculiares cartas de chisteras, mientras que para Manuel fue la segunda vez que actuaba ante el público. Roque, por su parte, comenzó con unas gomillas mágicas para finalizar con las cartas; Egazvem amenizó su demostración de magia con una historia de amor; Miguel pasó de las cartas a la cuerda mágica y Manolo enseñó su juego de las Mil y una noche, de su propia creación. "Le he echado muchas horas", indicó.

Antes de comenzar el espectáculo los magos le rindieron un homenaje al presidente de la Asociación de Ilusionistas Onubenses, Enrique García Egazvem, que lleva sesenta años en el mundo de la magia. Con cinco años fabricó su primera varita mágica y a los siete años dio vida a su primer muñeco de ventriloquia. Fue tras ver una actuación de magos en el Circo de Manolita Chen cuando sintió que su sueño de mago comenzaba a hacerse realidad. Su primera actuación ante el público la hizo con ocho años, y desde entonces toda su vida ha estado orientada al mundo del espectáculo.

Una vez finalizado el homenaje comenzaron los números de magia con uno clásico de aros a cargo del mago Oscar, al que siguió uno de hipnosis con Ruffini, para el que contó con dos voluntarios, Pili y Manolo. Dardano dividió en dos partes su intervención, en la primera ofreció una pincelada de magia musical y en la segunda echó mano de la guillotina. También subió al escenario uno de los grandes magos, Moly, del que la presentadora destacó su generosidad con los principiantes, a los que enseña "pequeñas y grandes técnicas".

Miguel realizó un número de mentalismo, basado en la predicción, "desde la antigüedad los magos sacan predicciones de hechos". Ayudado por el público fue componiendo el sueño que previamente había escrito y guardado en un sobre. "Lo difícil no ha sido adivinar lo que había de acontecer sino que cada uno de vosotros contestara lo que a mí me interesaba".

Después de Miguel le tocó el turno al mago más joven, Iván Magic, un niño de siete años, nieto de Egazvem, que junto a su abuelo realizó un número con monedas. El espectáculo finalizó con Naife, premio nacional de magia, que presentó su Sueño de Oriente, en el que no faltó el fuego, las palomas y los peces, una intensa jornada de magia, con sello onubense.

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