Cultura

Del libro a la pantalla

Siempre dijimos que el cine debe mucho a la literatura, pero también ésta, en ocasiones, se ha beneficiado de la popularidad de ciertas películas, que, basadas en libros más o menos famosos, facilitaron la difusión de estos. Éste es un debate antiguo. Para mi resulta innecesario toda vez que hay una relación, a veces muy íntima, que continua y, mal que le pese a muchos, la historia cinematográfica desde los más viejos tiempos hasta ahora y sabe Dios hasta cuando, está llena de adaptaciones de todo tipo de argumentos literarios, publicaciones famosas, novelas célebres, biografías históricas o no digamos ya de infinidad de 'best sellers', de libros más vendidos, que los cineastas pretenden convertir en idénticos éxitos comerciales en las taquillas. Unos y otros se han llevado para bien o para mal a la pantalla.

En el cine cotidiano -en las películas en cartel-, raro es el día que no nos encontramos con uno o varios títulos basados en una novela desde la más innominada hasta la más prestigiosa. Los autores reticentes, celosos del riesgo de las adaptaciones, renuentes en muchos casos a tales trasuntos fílmicos, acaban cediendo sus derechos y cuántos hay que darían lo que fuera para que sus novelas se llevaran al cine. Más de una obra literaria con poco éxito en las librerías, ha cobrado fama a través de la gran pantalla y su predicamento correspondiente ha propiciado muchas veces su conocimiento, su difusión y su popularidad, aumentando considerablemente su índice de ventas.

En más de una ocasión hemos recordado cómo el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva incluyó con gran aceptación en sus certámenes la sección titulada 'Cine y Literatura', considerando esta apasionante dicotomía no sólo para la proyección de películas basadas en más o menos famosos libros de la grandiosa literatura iberoamericana sino incorporando a mesas redondas y coloquios a autores de consolidado prestigio como Camilo José Cela, José Donoso, Joan Benet, Guillermo Cabrera Infante, Álvaro Mutis, José Saramago, Mario Vargas Llosa, Arturo Azuela, Juan Carlos Onetti, José María Vaz de Soto, Fernando Quiñones … incorporando algunos a sus propios jurados para decidir los galardones de la sección competitiva. No en vano si repasamos los catálogos de esos festivales encontramos muchos de esos nombres y lo mismo nos pasará si consideramos las películas basadas en las obras de estos escritores: Mario Vargas Llosa, Leopoldo Bioy Casares, Jorge Luis Borges, Beatriz Guido, Horacio Quiroga, Manuel Puig, Juan Carlos Onetti, Camilo José Cela, Gabriel García Márquez, Miguel Delibes, Federico García Lorca, Carlos Fuentes, José Donoso, Juan Rulfo, Sergio Renán, Augusto Roa Bastos… y un largo etcétera que enriquece ese potencial literario, notable en general y espléndido en el capítulo del cine iberoamericano que los espectadores onubenses, a lo largo de estos treinta y seis años de Festival han tenido oportunidad de comprobar pródigamente. Pero a diario no faltan películas que, en algunas ocasiones, nos traen a los créditos y a las historias que nos presentan en la pantalla los libros que hemos leído o leeremos si nos interesamos por ellos a través del cine.

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