Cultura

Es hora de recargar

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualón Puerto Huelva, CineVip Lepe, El Condado Cinemas 7 y Al Andalus Punta Umbría.- T. O.: 'The expendables 2'.- Producción: Estados Uniods, 2012.- Duración: 103 minutos.- Dirección: Simon West.- Guión: David Agosto y Ken Kaufman.- Fotografía: Shelly Johnson.- Música: Brian Tyler.- Montaje: Paul Harb.- Intérpretes: Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Chuck Norris, Terry Crews, Randy Couture, Liam Hemsworth, Jean-Claude Van Damme, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Yun Nan

Es hora de recargar, anuncia la frase del cartel. Nunca mejor dicho. Esta es la secuela de un éxito que se estrenaba en España hace dos años, dirigido por Sylvester Stallone. Vuelve al frente de otro reparto espectacular especialmente para los amantes del cine de acción y violencia, que algunos califican sin rodeos como machista y reaccionario. Vuelve a traducirse el título original, literalmente "los prescindibles", por éste, más llamativo, de Los mercena-rios, que, tal vez, esté más de acuerdo con el espíritu de la película, estelada por un elenco de abrumador relumbrón marchito. Es el culto a la nostalgia con nombres llamativos del cine de los ochenta, que, dicen, siempre es muy rentable. Es curioso que la película, que puede atraer por igual a maduros con recuerdos del cine que les gustaba en tiempos más jóvenes, pueda interesar hoy a espectadores jóvenes degustadores incansables de un cine de acción y de evasión para no devanarse los sesos. Por ello el film les sirve por igual esa acción a raudales, chistes de dudosa efectividad humorística y menciones a los personajes que protagonizaron estos personajes en películas de su peculiar talante interpretativo.

Todo para enmarcar una aventura en la que el personaje encarnado por Sylvester Stallone, Barney Ross, el mercenario duro e implacable, dispuesto a eliminar a quien le estorbe o moleste a quien le pague, vuelve a reunir a su equipo para emprender una misión que aparentemente no presenta dificultades. Pero no todo sale como estaba previsto. Uno de los miembros del grupo es brutalmente asesinado y sus componentes están decididos a vengarse. Arrasarán cuanto encuentren a su paso y acabarán topándose con una amenaza imprevisible: cinco toneladas de plutonio para uso militar. Una cantidad capaz de cambiar el equilibrio de poder en el mundo. Su espíritu mercenario se impondrá implacablemente.

El festival Stallone está servido y el público que va a ver la película sabe de sobra lo que le presentará la pantalla, abrumadoramente invadida por la violencia y la acción desmedida. Quizás, con respecto a la primera entrega de lo que puede convertirse en saga, es que está mejor realizada y en ello se advierte la mano del director Simon West. Pero ello no supone una inflexión que evite una profusión exagerada de hechos violentos, balas, explosiones y toda esa tramoya propia de las acciones masivamente exterminadoras de tan despiadados protagonistas. De aquellos primeros mercenarios su director Sylvester Stallone decía que era "Una historia de hombres fuera de onda en relación con el resto del mundo pero que viven con arreglo a su propio código". Todo sigue igual.

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