Historias del Fandango

De la gloria a la indigencia

  • Juan Breva, el cantaor más glorioso que tuvo el flamenco y el que más dinero ganó como profesional  en el último tercio el siglo XIX, murió pobre y solo

Juan Breva

Juan Breva

España sufrió en 1885 una epidemia de cólera que causó 120.000 muertos y más de 335.000 infectados, y algunos periódicos, como La Época, anunciaron que Juan Breva habría muerto a consecuencia de esa enfermedad, noticia que el rotativo sevillano El Correo de Andalucía desmintió rápidamente. Pero La Época, que solía dedicar bastante información al flamenco y sus artistas, le dedicó un artículo póstumo al “ruiseñor de los cármenes andaluces”, dando claves del  perfil artístico y humano de nuestro protagonista.

1885.10.07 La Época 1885.10.07 La Época

1885.10.07 La Época

En agosto de 1887 lo encontramos cantando para la densa concentración aristocrática que se congregaba en el elitista balneario guipuzcoano de Escoriaza buscando el saludable efecto de sus aguas sulfurosas… y las distracciones para una bien disfrutada molicie.

1887.08.02 La Época 1887.08.02 La Época

1887.08.02 La Época

Allí se codeaba nuestro flamenco de Vélez con un plantel diverso de artistas franceses, italianos, ingleses…

En unas temporadas de los años 90 del siglo XIX, se pusieron de moda los espectáculos circenses, lo que se conoció como pantomima, que ofrecían a los espectadores cante y baile flamenco y toros, con la lidia de algún becerro o vaquilla.  Y en ellos hubo de intervenir Juan Breva en  ocasiones, con la titulada “La feria de Sevilla”.

1892.07.25 La Iberia, Madrid 1892.07.25 La Iberia, Madrid

1892.07.25 La Iberia, Madrid

En 1894 encontramos a Juan Breva actuando durante meses en el Liceo Rius, de Madrid, en un espectáculo de cante y baile, acompañado de nombres destacados del género.

1894.05.23 El Heraldo de Madrid. 1894.05.23 El Heraldo de Madrid.

1894.05.23 El Heraldo de Madrid.

Un año más tarde, en noviembre de 1895, el propio cantaor anunciaba desde Jerez, que había sido contratado para una larga temporada en un teatro de Paris. Allí, los franceses, entusiasmados,  tributaron a sus cantes  - “poderosos, tristes, dulces e insinuantes”, decía ABC recordándolo-, la misma intensidad de aplausos que recibía en la Bolsa de Madrid. 

Por estas fechas se mostraba al público, en la calle Sierpes de Sevilla, el micro fonógrafo Bettini, que reproducía unos cilindros grabados con sus malagueñas, audios con los que Juan Breva formaba parte de una reducida y selecta lista de grabaciones de grandes músicos de su tiempo.

Su declive

Juan Breva fue un artista cumbre del flamenco, una gran personalidad que creó un estilo genuino de malagueña e interpretó como nadie hasta entonces los cantes de Málaga.  Su vida artística, tan cercana en las juergas a reyes, príncipes y nobles en general, hubiera valido unas memorias que ni escribió ni contó, pero que habrían aportado información sustanciosa a la historia del país. 

Adversidades familiares

Cuando Juan Breva regresó a Andalucía, tuvo que afrontar algunas adversidades familiares.  “Señó Juan”, como le llamaban, compró unas viviendas que se hundieron a causa de unos terremotos. De tal manera que desistió del retiro y volvió a Madrid varios años después, pero dijo la prensa que ya había perdido el favor del público y hubo de cantar en espectáculos de comparsas como animador de dramas de bandoleros y en otros en los que se toreaban novillos, que antes hemos visto. El cante jondo estaba entrando en una fase decadente por estos años.

Ganó mucho dinero y trató de evitar el final de muchos artistas que, al entrar en declive, se veían abocados a una vejez de indigencia porque no habían ahorrado. Pero no le acompañó la suerte. En 1916 envió una carta al periódico Heraldo de Madrid confesando que vivía en condiciones de miseria, y que sobrevivía gracias a las ayudas de 500 pesetas que le mandaban varios nobles que le conocieron y disfrutaron de sus cantes en sus tiempos de esplendor.

Murió en Málaga

El 8 de junio de 1918 falleció en Málaga el cantaor que en los años 80  del siglo XIX “reinaba en la animada vida madrileña, el que salía en coplas, el que figuraba en revistas teatrales y dejaba oir su voz melodiosa y agilísima ante personas de tan alta alcurnia como el propio rey Alfonso XII”, decía de su memoria el diario La Acción. Varios artistas aportaron dinero para sufragar su entierro. Había sido en su juventud un trabajador del campo que llegó a triunfar en la corte y a ser amigo personal del rey… para morir ciego y pobre en la indigencia.

1918.06.10 La Acción, Madrid 1918.06.10 La Acción, Madrid

1918.06.10 La Acción, Madrid

Años más tarde, en 1922, Antonio Chacón reconocía  en Huelva la influencia que tuvo en él, entre otros, Juan Breva, que le marcó el camino de las malagueñas.

1922.07.28 La Voz de Huelva 1922.07.28 La Voz de Huelva

1922.07.28 La Voz de Huelva

La próxima entrega: Por tierras argentinas

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