Se quitará la máscara de Zulema -la más mala entre las malas de Cruz del Sur, la cárcel de mujeres que centra la trama de Vis a Vis, el exitoso thriller carcelario de la factoría de Globomedia- para lucir otra mucho más amable y lúdica. Nawja Nimri actuará esta noche a las 22:15 en el anfiteatro al aire libre que acoge los conciertos del South Pop, la cita musical que este fin de semana congrega en Isla Cristina a festivaleros de toda la geografía española.

Tras las actuaciones en la noche de ayer de Niños Mutantes, Second, Smile, Sexy Cebras y Los Ganglios, hoy es el turno de Nawja, que compartirá escenario con Javier Mena, Triángulo Amor Bizarro, Los Punsetes y Modelo de Respuesta Polar.

Aunque la artista navarra ha presentado recientemente en el madrileño Circo Price el que será su próximo proyecto discográfico (de nuevo junto a Carlos Jean), esta noche ofrecerá los temas de Rat Race (Carrera de ratas), su último disco editado y con el que ya estuvo de gira. En su día Huelva no formó parte de la ruta y, por ello, la propuesta se antoja novedosa.

"Nos apetecía tocarlo una vez más, hacer un vuelo de reencuentro y decidimos volver a juntarnos", explica la actriz y cantante, avanzando que la apuesta de esta noche, conformada a base de teclados, bajo, voz y un directo "bastante libre", será "hacer la Carrera de ratas ofreciendo un sonido más cochino, ya que con Carlos el sonido es más limpio".

Pero esa era y es la propuesta de Rat Race, un revival noventero en inglés bailable para pasarlo bien. Se trata de su décimo trabajo, creado junto a Matías Eisen y Didi Gutman (miembro de Brazilian Girls). Producido por Didi Gutman, mezclado en New York por Héctor Castillo (David Bowie, BJörk o Lou Reed, entre otros ) para Justmanaging y masterizado por Matt Shane, el disco está formado por diez piezas de electrónica elegante. Pero Nawja, lejos de lo que pueda parecer, ya está "a lo siguiente" y su nuevo trabajo, que verá la luz "en octubre o noviembre" será una nueva vuelta de tuerca.

"Electrónica hemos hecho siempre -a veces tirando al techno minimal, otra veces al electropop, como en el Rat Race, y lo siguiente tendrá más que ver con los sonidos actuales- pero con las historias y la dinámica de siempre, básicamente cambiando el lugar en el que se coloca el bombo, explica.

Tras un respiro de diez años y otro de siete, Carlos y ella se vuelven a juntar, como hacen a medida que sus trabajos paralelos lo permiten y les apetece; y esa comunión, independientemente del momento en el que se produce, es una constante en sus vidas: "Tarde o temprano nos juntamos, si no es para un disco es para hacer una banda sonora o para producir a otra persona". El nexo, simple y llanamente es que ambos son "una banda" y no importa el nombre de lo que hagan, porque lo que varía es el traje con el que se viste la canción. Al fin y al cabo, según reconoce, "si no estás contando nada y no sabes muy bien de lo que hablas, definitivamente no tienes nada".

Trabajar con Carlos Jean, según asegura, es "rápido, muy rápido". La velocidad también forma parte del rodaje de Vis a Vis. A finales de octubre comenzará la grabación de la segunda temporada. La experiencia de encarnar a Zulema "ha sido muy divertida y lo sigue siendo", hasta el punto de que Nawja "no haría ningún otro personaje". Y eso que propuestas para interpretar otros papeles en series españolas no le han faltado. Pero Zulema es "la mala malísima" y a la cantante y actriz nunca le han gustado los papeles sencillos. Total, para mostrarse tal y como es en su casa, con su hijo, haciendo la comida o diciéndole que baje la televisión, "ya estamos todas". "Las cosas cotidianas de toda la vida hay gente a las que se le da muy bien interpretarlas, pero yo no puedo hacerlas. Lo hice en Mata Hari pero me costó mucho trabajo. Con lo que más alucino es con las cosas que jamás sería capaz de hacer yo", confiesa.

Consciente de que interpretar a un personaje que se aleja tanto de la realidad es un reto, para meterse en la piel de la perversa Zulema activa el imaginario y piensa cómo sería tratar de sobrevivir y cómo se concibe la libertad con el tipo de armas que tiene esta mujer, es decir, "como sea". Caiga quien caiga, usando como títeres a muchas de las reclusas y al personal del lugar. Además, el hecho de que sea pareja de un importante criminal, que no está preso, también juega a su favor.

"Interpretar un papel así sin ser un chico es muy complicado. Rara vez le toca a una chica, y menos a los 43. Imagínate lo que significa que te toque hacerlo. El resultado es bestial porque el disfrute también lo es. Sólo se puede hacer si te apetece porque, si no, te parece una aberración", reflexiona.

Sin embargo, esto no significa que el papel de Zulema le llene más que los que ha interpretado en la gran pantalla, ya que los directores con los que ha trabajado siempre le han puesto "retos muy complicados". Empezó con Salto al vacío, donde interpretaba a una pistolera. Siguió con Amenábar, haciendo de Nuria, "una especie de Zulema refinada". Y más tarde Julio Medem sacó lo mejor de ella "desde el lado blanco de la persona pero interpretando sentimientos más complejos". O lo que es lo mismo, presentando un panorama que, para ser descifrado, requiere mucha imaginación.

Así, más allá de trabajar con un director u otro, o de interpretar a un personaje concreto, lo que le está gustando a la actriz "tiene más que ver con que estoy adorando la dinámica de la televisión en este proyecto en concreto". No en vano, la velocidad y energía son similares a los de los directos y, por si esto fuera poco, la complicidad entre las actrices es enorme.

"Estamos todo el día pidiéndonos perdón porque andamos siempre a golpes, ahorcándonos o rompiendo brazos. Lo típico", bromea. En medio de esta vorágine, el equipo ha desarrollado "una especie de clave de humor" y la conexión no habría sido la misma si el reparto hubiera sido otro. "El casting ha funcionado y los guiones están funcionando. No es solo Zulema, es el todo. Hemos caído en el proyecto que teníamos que caer", señala.

Y eso que existía el riesgo de que la serie fuera una mera copia de Orange is the new black, aunque la intuición no le falló a Nawja y desde que le propusieron el papel y tuvo la primera reunión supo que este era el proyecto con el que tenía que empezar a hacer televisión. Ella ya sabía que era el momento de estar en la pequeña pantalla, dado que "la televisión está siendo el idioma ahora mismo y en América ya han empezado a hacerlo todos los actores de mi generación y anteriores". Pero, claro, encontrar un proyecto a medida es complicado. En Vis a Vis, sin embargo, asegura haberlo encontrado.