Cultura

"Me escriben menos cartas de amor que antes"

Defiende la suavidad de su timbre vocal con la misma naturalidad que interpreta y se sube a un escenario. "Es el que tengo y, según puedes comprobar, no cambia demasiado cuando hablo", confiesa con recato esta madrileña que, como curiosa anécdota, nació en Finlandia. "Fue casualidad y no lo recuerdo. Sólo estuve allí una semana", explica la artista pacientemente pese a tratarse de una circunstancia tratada ya en cientos de entrevistas. No obstante, mucho mayor aún es el recuento de vocablos de su nuevo disco, 4.000 palabras, que Concepción Mendivil -Conchita para el gran público-, defiende desde un estilo propio construido con buen gusto y, sobre todo, sencillez.

-¿Cuál piensa usted que sería el sello que mejor la define?

-No tengo ni idea. Cojo la guitarra y sale lo que sale. A la gente le ha gustado y eso me hace feliz. Tampoco tengo un objetivo concreto de llegar a un determinado sector.

-¿Qué cuestiones le inspiran a la hora de ponerse frente a una partitura?

-Me gusta centrarme en algo que haya sentido, tratar experiencias que me hayan llenado de alguna manera. En general, son situaciones cercanas o cosas que te pasan en la vida. De alguna forma, parte de mi personalidad queda reflejada en esas melodías.

-¿Cuenta tal vez en sus temas lo que, por timidez, no se atreve a verbalizar?

-Así es. Para mí supone un desahogo del que necesito liberarme. Luego, como tú comentas, soy muy vergonzosa. Comunicarme a través de la música es más fácil. Cuando actúo todo bien pero después parezco una tortuga… (risas).

-Pues ha ido a dar con una profesión poco adecuada para preservar la intimidad…

-En realidad, tampoco tengo un fenómeno fan que no me permita salir a la calle. A lo mejor me saluda una persona durante el día con lo que, si sigue así, estupendo. Un paso más me daría miedo aunque todavía no me lo planteo. Sigo yendo a los mismos sitios y con los mismos amigos.

-Con esa carita y esa manera de interpretar, irá rompiendo corazones allá por donde pasa, ¿no?

-No creas. Me escriben menos cartas de amor que antes. A raíz de estar en esto, no se atreven a acercarse... ¡Ni que fuera un ogro! (risas).

-Y si se decidieran, ¿tienen oportunidades? ¿Está Conchita abierta a esa posibilidad?

-Nunca se sabe (risas). Depende de quién venga… (…) Desde luego... ¡qué preguntas más difíciles me haces! (risas).

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