Cultura

"No puede entenderse la historia del Imperio Romano sin sus mujeres"

  • El autor abre con 'Los asesinos del emperador' una trilogía dedicada a Trajano, de quien destaca su aplicación militar y la lealtad que le guardaban sus hombres

Tras recrear los hechos de Escipión el Africano, Santiago Posteguillo vuelve a la antigua Roma para acercarnos a la trayectoria de Marco Ulpio Trajano. El primer emperador hispano protagoniza la nueva trilogía del escritor, cuyo título inaugural es Los asesinos del emperador.

-En la dedicatoria del libro se puede leer: "A las gladiadoras del siglo XXI".

-En el libro aparece un personaje, Alana, que lucha en el circo junto a los gladiadores. Hay cinco fuentes clásicas que constatan la existencia de gladiadoras en la antigua Roma. El Museo Británico incluso cuenta con relieves de dos de ellas, Achilia y Amazona. Dado que creo que, lamentablemente, las mujeres van a seguir luchando durante mucho tiempo en inferioridad de condiciones respecto a los hombres, veía necesario, por razones personales, dedicarles esta historia.

-Pero la mujer que más lucha en todo el libro, Domicia, lo hace sin espadas.

-Igual que Alana es un personaje elaborado a través de unos cuantos datos, con Domicia tenemos mucho más material. Encontrarse con un personaje histórico así es un regalo para cualquier escritor. Con ella, dibujo a una mujer muy parecida a la Lidia que aparecía en el Yo, Claudio de Graves: una mujer tremenda, acostumbrada a prever los peligros que le van a llegar. Lo curioso es que de joven era noble e ingenua y aprendió a ser artera al estar casada con un psicópata. Domicia sabe que su principal arma es la resistencia, y a eso se aplicará toda su vida, consciente de que en resistir reside su única posibilidad de victoria. El Imperio no podía entenderse sin sus mujeres .

-Trajano, el primer emperador de provincias, no sólo se aplicó en ser más romano que los romanos sino que se hizo un curriculum impresionante.

-A Trajano lo reforzaban unas campañas militares espléndidas. En campaña, se convertía en uno más de sus hombres. Les exigía lo mismo que se exigía a él mismo. Por eso, quienes servían a sus órdenes estaban con él para siempre.

-La novela muestra dos detalles que parecen calcados de la actualidad. Uno está en la toma de Jerusalén, cuando las legiones se topan con que están combatiendo contra sus propias armas, dejadas allí tiempo atrás...

-El reciclaje de armamento ha sido siempre una constante. E incluso cuando aparecen los zapadores, proyectando túneles y pasadizos, usando técnicas que hemos visto hasta hace poco en Oriente Medio... El alimento y desarrollo de las guerras suele ser siempre muy parecido.

-También tenemos el detalle de los códices, cuando discuten los distintos soportes para material escrito y un librero comenta que esa nueva invención, el códice, no tendrá mucha salida...

-Eso lo he hecho conscientemente, para demostrar hasta qué punto es similar una cosa y otra. De hecho, si tú lo piensas, parece imposible que terminara imponiéndose el códice, porque los rollos de papiro podían almacenarse mejor, ocupaban menos espacio... Yo no sé lo que ocurrirá en un futuro con el formato del libro, pero me es muy fácil imaginar que, si a nosotros nos une un cierto placer fetichista al libro como objeto, al usuario de rollos le pasaría lo mismo con el papiro... Al igual que el e-book hoy en día, la ventaja del códice cuando empezó a parecer era que resultaba muy cómodo para viajar, por ejemplo. Yo me siento cómodo con los dos soportes, aunque prefiero el libro en papel, tal vez por eso mismo que comentamos del valor del objeto... Se puede hacer una tarjeta-regalo o una recarga una vez, pero parece insignificante comparado con la presencia del objeto en sí. Además, uno no se hace a la idea de ir a la playa, por ejemplo, y dejar tan tranquilo su lector de e-books sobre la toalla, mientras que sí lo haces con un libro de bolsillo de cuatro euros, del que te despreocupas y que no te importa que se lo lleven, o le entre arena... Hay nuevos soportes que han acabado con otros, y los hay que han dictado una nueva convivencia. La televisión, por ejemplo, no terminó matando a la radio, sino transformándola.

-Describe al emperador Domiciano como uno de los más crueles de la historia del Imperio. Pues tiene dura competencia.

-Se pueden decir, en efecto, numerosas crueldades que hacen de Domiciano un candidato perfecto para ese podium... Pero lo que le hace destacar es haber sido miserable y cruel con miembros de su propia familia. Al fin y al cabo, puedes esperar que un gobernante se muestre implacable con enemigos políticos, pero no con los seres cercanos.

-¿Se dio la treta de los árboles que cuenta en la batalla de Tapae, en la Dacia?

-Pues sí hay constancia de que fue una estrategia desarrollada, al menos, en dos ocasiones en Germania. Se desconoce lo que ocurrió exactamente en Tapae, pero se me ocurrió trasladarlo para demostrar, además, que el territorio bárbaro estaba mucho más unificado de lo que pensamos. Por eso mismo he introducido, también, algunas palabras en dacio, una lengua de la que sólo han sobrevivido unos cuantos términos. Da vigencia al ambiente, como introducir términos en latín, y nos hace ver, también, que los bárbaros tenían detrás de sí una tradición cultural importante.

-El hilo principal de la novela es la venganza. O, más bien, la novela puede describirse como muchas historias de venganza.

-Esa es, en efecto, la cuerda principal que une toda la trama. El libro se abre con el momento cumbre de esa venganza, cuando no sabemos aún si el complot triunfará o no y, de hecho, parece que va a fracasar... Luego, a lo largo de toda la historia, vamos entendiendo los motivos de cada uno de los conspiradores para estar en esa habitación, y estamos con ellos a muerte.

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