Daniel casares. guitarrista

"Me encontré conmigo mismo gracias a Picasso"

  • El músico acaba de triunfar en Londres con 'Loco Strings', junto al israelí Adam Ben Ezra, y con su último disco en solitario, 'Picassares'

Si el Guernica es un grito contra el horror, Picassares, el nuevo disco de Daniel Casares, es un alegato a las ganas de vivir. Una reconciliación consigo mismo y con su Málaga natal que surge del impacto que le produjo al músico su visión del cuadro y que lo ha empujado a volver a sus raíces y a embriagarse del espíritu libre del pintor. Después de dos álbumes en solitario y de recorrer medio mundo con artistas como Cecilia Bartoli, Chucho Valdés, Toquinho, Alejandro Sanz o Miguel Poveda, y tras su muy aplaudida participación en el Flamenco Festival de Londres el pasado fin de semana, Casares comenta los detalles del regreso a su lado más flamenco.

-¿Cómo se enfrenta uno a Picasso?

-Ponerle música a las sensaciones que Picasso generó en mí desde que vi el Guernica me han obligado a enfocar el disco de forma completamente distinta. En otros trabajos iba componiendo sin más, pero ahora había algo que contar y tenía que tener un hilo. Esto me ha hecho descubrir muchas cosas y sacar un lado más flamenco, con el que estoy más cómodo. Poner música a Picasso me ha hecho encontrarme conmigo mismo.

-¿Qué hay entonces de Picasso y qué de Casares en Picassares?

-Lo primero que se te viene a la cabeza cuando te enfrentas a Picasso es hacer rarezas, cubismo flamenco podríamos decir. Pero ahondando en su figura te das cuenta de que su contenido es más simple, más transparente. El del Guernica es un mensaje directo de paz. Así que después de hacer cosas raras me di cuenta del verdadero concepto picassiano, lo que quería que se escuchara en el disco. Igual lo más cubista está en la estructura pero el contenido es directo. Quería un álbum claro, luminoso.

-¿De dónde sale Picassares?

-Todo sale de la primera vez que me enfrento al Guernica en el Reina Sofía. De ahí salió la gira anterior, Gernika 75, un montaje que hicimos en el 75 aniversario del cuadro y que ahora desemboca en este trabajo. Digamos que con Picassares doy el cerrojazo a esta etapa picassiana.

-¿Qué, de lo que conoce y ha aprendido de Picasso, ansía usted tener?

-La libertad. Todos los artistas estamos en esa búsqueda porque estamos atados y, aunque digamos que no, hay muchas cosas que nos sujetan. Los guitarristas tocamos muchas veces para nosotros, no para la gente. Por eso ansío esa libertad, la falta de prejuicios artísticos. El mostrar lo que sientes.

-En su disco, además, se respira Málaga por partida doble...

-Claro, Málaga se tenía que ver y notar, más que escuchar. Por Picasso y porque es mi tierra y en muchos de mis discos anteriores se me había olvidado. Me di cuenta, al escucharme, de que podría ser malagueño o de Burgos. En éste no quería que pasara eso.

-¿Cómo han surgido las colaboraciones con Dulce Pontes, Miguel Poveda, Chucho Valdés o Toquinho?

-De la forma más natural posible, del compañerismo, del factor humano. Cuando empecé el proyecto no había pensado nada de esto. Prefiero amar con Poveda fue a raíz del disco de homenaje a Aute. De hecho, es el único que se sale de la idea picassiana pero lo hemos querido incluir como bonus track porque nos encantó el resultado. Lo de Dulce igual... oyó el tema en los camerinos de una gira que hice con ella y me dijo que quería cantarlo. En aquel momento no tenía ni letra... Y así todos.

-Sorprende, pero su disco está en la tienda del Reina Sofía, ¿diría que el flamenco es igual de incomprendido que el arte contemporáneo?

-Creo que cada vez se entiende mejor. Por mi experiencia fuera, me quedo asombrado. Saben más de flamenco que muchos de aquí. El flamenco interesa mucho.

-¿Y la guitarra en concreto es también más respetada fuera?

-Sí que se le dan mejores espacios y es más común programar conciertos de guitarras solistas. No lo digo a modo de queja pero aquí siempre te acaban pidiendo o insinuando que metas algo de baile o cante con la excusa de que la guitarra sola no llena, y esto no es verdad. Sé por experiencia que la guitarra gusta más de lo que la gente cree. Además, si eso fuera verdad, lo que habría que hacer es promocionarla porque es el instrumento que representa a nuestro país. Esto no es nuevo, ya Sabicas le dio a la guitarra su sitio. Toca que se promocione desde los estamentos oficiales. No sólo la guitarra, sino la música instrumental en general.

-Cambiando de tema, usted fue el último guitarrista de Juanito Valderrama. Ahora que se cumple su centenario, ¿qué destacaría de él?

-Siempre digo que mi etapa de mayor aprendizaje fue la que pasé con él. A nivel musical, flamenco y personal. Era un señor en todos los sentidos, un maestro. Sabía estar siempre, respetaba, escuchaba. Valoraba a todos los artistas y se preocupaba de darte explicaciones y consejos. Un gran señor.

-Acaba de pasar con gran éxito por el Flamenco Festival de Londres junto al contrabajista israelí Adam Ben Ezra y con su proyecto Loco Strings...

-Es una versión de Picassares con arreglos completamente distintos porque voy con él, que es un bicharraco, un virtuoso. Se trata de un espectáculo dinámico, con mucha improvisación y con un concepto más jazzístico que el del álbum.

-El Guernica es una de las obras que más han marcado la historia del arte, ¿qué mensaje le gustaría que quedara de su música?

-Uf... Quizás un mensaje optimista, de alegría. Un mensaje de puertas abiertas, sin cadenas.

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