Julia Gutiérrez Caba. Actriz

"Cuando empecé creí que no iba a ser capaz de hacer lo que hacía mi familia, el apellido pesaba"

-¿Recuerda su debut teatral con 19 años? Corría el año 1951.

-Sí, hacíamos un año de meritoriaje que consistía en interpretar pequeños personajes pero sin cobrar, era de aprendizaje.

-La obra era Mariquilla terremoto.

-Exacto. Mis padres estaban trabajando en esa compañía y mi hermana también. Yo todavía no había empezado y había un personaje pequeñito que decía una frase y entonces me dijeron: "venga, ya está bien, ¿por qué no haces algo de teatro?". Yo no estaba muy decidida porque me parecía que no iba a saber hacer lo que hacía mi familia.

-¿Pesaba el apellido?

-Me pesaba, sí, y tampoco sabía muy bien qué hacer, estaba indecisa. Salí y lo hice fatal porque cuando sales por primera vez a un escenario no lo puedes hacer bien. Menos mal que nosotros empezábamos siempre con cosas que no tenían ninguna relevancia, con una frase que, si la decías muy bajito, no pasa nada.

-Su debut cinematográfico se produjo en 1960, nada menos que de la mano de Juan Antonio Bardem. Pero, tras unos años, estuvo 20 sin hacer cine.

-No, voy a explicarme. Mi base ha sido el teatro y al cine nunca he ido a buscarle, eso es cierto. Pero el cine tampoco me ha necesitado, porque si no me habría llamado con más frecuencia. Lo que sí ha sucedido es que a veces ha coincidido una oferta de cine cuando estaba haciendo teatro y no me era posible atenderla. Eso sí ha pasado alguna vez. Mis comienzos con Juan Antonio fueron muy buenos porque empecé con él en A las cinco de la tarde, aunque luego repetí en Nunca pasa nada. Tuve muy buena relación con él e incluso hubo algún otro proyecto suyo que no se pudo llevar a cabo por razones de censura. Así que empecé con él, interpretando un personaje que no era protagonista pero que me resultó muy bien y tuvo mucha resonancia en el mundo del cine. No obstante, no hay que olvidar que en esa etapa, y más adelante también, las chicas de entonces que hacía cine eran de otra manera: tenían la nariz respingona, eran monas. Y esa línea no era la mía, pero es igual. Al cine no es que no le haya dedicado, sino que no me ha necesitado más.

-Para no necesitarle le ha premiado con un Goya. El de mejor actriz de reparto por su papel en You're the One. ¿Son necesarios los premios?

-Para que tú des lo mejor no, son necesarios para tu propio ego, para saber que ha habido un reconocimiento. Sobre todo el Goya, que es un premio que se ha popularizado y que la gente lo sigue. Recuerdo que cuando me lo concedieron fue una de las veces en las que la gente más me ha felicitado por la calle porque estaban muy enterados de lo que era ese premio. Para eso le sirve un premio al actor, al fin y al cabo es un reconocimiento.

-La televisión también le quiere. ¿Es recíproco el cariño aun siendo una actriz de teatro?

-Sí, porque hemos hecho mucho teatro dentro la tele. Para mi ya no es teatro en el momento en el que están las cámaras por medio pero en una etapa determinada sí hicimos un repertorio muy amplio y, sobre todo, muy diferente. Hacíamos de todo y eso a la gente le empezó a interesar mucho, hasta el punto de que todavía nos hablan de esa etapa de la televisión.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios