fotografía

Las conexiones de la desigualdad

  • La sala De blanco a tinto inaugura hoy en Gibraleón la muestra 'Blanco y negro', del fotógrafo Juan Carlos Ordóñez

  • Las obras del serrano pretenden acabar con estereotipos

El fotógrafo serrano Juan Carlos Ordóñez confiesa que el proyecto que hoy presenta en Gibraleón fue planteado a partir "de un sentimiento". Está convencido de la conexión emocional que, entiende, existe entre personas iguales en el ser, pero distintas en el vivir. "La diferencia, la desigualdad, se suele mostrar en su más cruda realidad, como escombros, con sus elementos más desgarradores; quizá esa imagen que todos queremos ver, que nos confirma la diferencia y nos sitúa (a los más privilegiados) en el lado bueno".

Estas líneas que introducen la muestra Blanco y negro, que se inaugura a las 20:30 en la sala De blanco a tinto, revelan el deseo de Juan Carlos Ordóñez (Higuera de la Sierra, 1962) por acabar con los estereotipos a través de su fotografía, acompañando a sus protagonistas en situaciones cotidianas que simplemente tratan de reflejar una realidad que será para algunos espectadores una revelación, y para otros la confirmación de que las diferencias sólo son infundadas.

Las fotografías expuestas tratan de aportar un punto de vista dignificador

Es ese sentimiento de solidaridad que el fotógrafo admite como motor del proyecto, el que se marca el objetivo de que "algún día la igualdad entre personas sea una realidad tangible, y la diferencia, un valor deseable".

Ordóñez logra aquí mostrar la mirada de estos protagonistas anónimos en espacios de ocio, de relaciones con los demás, en espacios en los que interactuar todos de forma natural... en la calle, en un mercadillo, en todo tipo de espacios públicos donde se puede estar. Reflejándolos, aseguran, "la fotografía se convierte en una mirada espontánea, objetiva, sin máscaras o disfraces, sin expectativas, conectando de manera natural con vidas, historias, emociones, etcétera".

Procedentes del norte del continente y del África subsahariana, de países europeos del Este, mayoritariamente, mujeres y hombres han llegado para engrosar la mano de obra en los campos de fresas, arándanos y otros cultivos, y están significando un importante cambio en la sociedad de la provincia onubense (especialmente de la Costa y el Condado de Huelva), una oportunidad de construir nuestra propia dignidad compartida, de conseguir la plena inclusión.

Las fotografías que se exponen intentan aportar un punto de vista dignificador de la presencia en nuestras sociedades de una gran diversidad. Aluden a la convivencia multicultural y humana partiendo de la mirada personal e íntima de quien deambula por espacios comunes, participa y observa. Intentan romper con prejuicios y clichés al describir a personas de otros países mostrando una imagen menos estereotipada.

Tras nacer como proyecto personal de Juan Carlos Ordóñez, Blanco y negro pasó a integrarse también en otro proyecto de sensibilización de la Fundación Cepaim durante el año 2015, compartiendo espacio expositivo entonces con las fotografías de Javier Pérez.

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