Cultura

3D: el cine que se avecina

  • Hollywood prepara una avalancha de películas en tres dimensiones · La industria apuesta por la espectacularidad para sacar al espectador de la comodidad de su casa

Hollywood se prepara para el desembarco masivo de las películas en tres dimensiones que llegarán a los cines a finales de este año de la mano de producciones de animación, antes de dar el salto a los filmes de carne y hueso.

El desarrollo de nuevos sistemas digitales abarató la realización de largometrajes en 3D, con la introducción de la técnica de grabación estereoscópica, lo que empujó a los grandes estudios a apostar por las historias que se salen de la pantalla como reclamo para terminar con la huida de espectadores de las salas.

La productora DreamWorks fue la primera que se subió al carro de las tres dimensiones, un compromiso que se materializará a partir de 2009 cuando todas sus películas de animación se verán exclusivamente en 3D. Su punta de lanza será Monsters vs. Aliens, una historia de mutantes que son recluidos por los humanos en un complejo secreto, que estará en la cartelera a finales de marzo del próximo año y en la que trabaja actualmente el dibujante de animación español Manuel Almela.

"Es un homenaje a las películas de ciencia ficción de los años 50", afirma Almela, quien asegura que la actual tecnología 3D "hace que se perciban las cosas como si estuvieses allí. Las explosiones son fascinantes", indica. Almela asegura también que las tres dimensiones forman parte de su rutina diaria y ya no existen los problemas de visionado asociados al 3D, que podía llegar a generar dolores de cabeza en el público, si bien siguen siendo imprescindibles las gafas polarizadas.

A DreamWorks le siguió Disney, con su filial Pixar, que anunció su salto al cine estereoscópico más tarde pero que se adelantó a su competencia con Bolt, que llegará a finales de este año y a la que seguirán UP y la reedición en 3D de Toy Story en 2009. La estrategia tridimensional de Pixar/Disney incluye Toy Story 2, la nueva secuela de esta saga Toy Story 3 y una versión de Rapunzel, todas en 2010, así como tres películas más en 2011 y al menos otras dos en 2012, una de ellas será la segunda parte de Cars (2006), Cars 2.

El 3D también llegará a las películas con personajes reales, donde los últimos intentos por imponer esta tecnología tuvieron un éxito relativo, en parte debido a las pocas salas de cine habilitadas para este sistema. Tal fue el caso de Polar Express (2004) y Beowulf (2007), ambas del director Robert Zemeckis.

Estos filmes, realizados mediante sistemas que capturan los movimientos de los actores para su posterior digitalización, llegaron a las pantallas tanto en tres dimensiones como en el formato tradicional, lo que les permitió rentabilizar su inversión aunque para muchos la estética resultó extraña. "Los directores tienen que mejorar estas técnicas, la gente percibe que algo no funciona. Cuando quieres imitar a un ser humano, o lo haces igual o crea rechazo", explica Almela, para quien la clave está en que las productoras combinen el conocido motion capture con la habilidad de los animadores. "Quienes lo hacen son técnicos que no entienden el movimiento y sólo lo pasan a la pantalla, y nosotros sí", sentencia.

Una prueba de fuego para el futuro del 3D con actores reales será Avatar, dirigida por James Cameron, anunciada para diciembre de 2009 y protagonizada por Sigourney Weaver. Cameron cuenta con un presupuesto de 200 millones de dólares para recrear en 3D un planeta ficticio donde habita una especie de humanoides con los que se verán las caras los terrícolas.

"El IMAX y los formatos en tres dimensiones van a expandirse y las salas de cine tendrán que adaptarse", señala Almela, para quien el futuro de la industria avanza sin freno en esa dirección. "Los estudios quieren hacerlo así para que la gente vaya más al cine. Hoy muchas personas se quedan en casa, donde tienen su pantalla y su sistema de sonido y no se ahorran molestias. La industria sabe que hay que ofrecer algo más", concluye.

Los estudios luchan ahora por acelerar la adaptación de los cines para que puedan albergar proyecciones tridimensionales con vista a la revolución del 3D prevista para el año que viene, fecha para la que se espera que 5.900 salas de todo el mundo ofrezcan este formato, el 70% de las cuales estarán en EEUU.

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