Cultura

Un apasionado del baloncesto

  • Oficial de Notaría y entrenador

Juan Gisbert, onubense de 37 años, tenía claro desde pequeño que quería estar vinculado de alguna forma con el deporte.

A los 12 años empezó a jugar al baloncesto en el Moliere, siendo su primer entrenador Perico Zalvide; luego militó en el Atalaya, Cajahuelva, Huelva 76 (llegó a entrenar con el primer equipo en la época de Antonio Márquez, Cristóbal Rojas, Wintersý) hasta que tuvo que 'parar' debido al servicio militar; regresó a principios de los 90 con los universitarios a las órdenes de Salvi Quintero, para acabar su trayectoria como jugador en Aljaraque.

Su puesto era el de base: "En los primeros años conseguía muchos puntos, pero era más director de orquesta que anotador, hacía jugar al equipo. A lo máximo que llegué fue a Primera Andaluza, que sería similar a la Primera Nacional actual", recuerda Juan.

En el 87 estuvo en un campus de la NBA en El Puerto de Santa María donde coincidió con Jerome Kersey (Portland), Romay y el entrenador Chuck Daly, entre otros.

Después de varias temporadas entrenando en los escalafones inferiores del PMD Aljaraque, este año le han dado la oportunidad de dirigir al primer equipo, con el que está haciendo una gran campaña. "Las diferencias son grandes, porque los 'mayores' ya tienen los conceptos adquiridos, no se paran tanto los entrenamientosý mientras que entrenar a los chavales es más complicado, tienes que explicarles las cosas, intentar que no se aburran, etc".

Como entrenador es "observador, me gustaba fijarme en las cosas que hacía Pepe Carrión (su antecesor en el cargo) y soy más dialogante que autoritario, antes de criticar a un jugador me gusta saber por qué ha hecho tal cosa"; y esa personalidad es muy similar a la que tiene en su vida diaria, ya que se define como "un hombre tranquilo y muy tímido, no me gustan ni las discusiones ni los conflictos; mi defecto es que a veces tengo que ser más decidido".

Trabaja de oficial en una notaría: "Me gusta mi trabajo, es ameno y tengo contacto con la gente, aunque hay que echarle muchas horas", reconoce.

Está casado con Juana y tienen dos hijos, Juan y Andrés, de 7 y 9 años de edad. Apenas tiene tiempo libre para ir al cine, leer...; entre sus aficiones está jugar al pádel "llevo unos 5 años practicando este deporte, antes del boom, y me defiendo". Colecciona la revista 'Gigantes del basket', así como enciclopedias como 'Mi baloncesto', de Antonio Díaz Miguel. "Los guardo como oro en paño".

Vive en Huelva "me gusta su tranquilidad y su gente, mientras lo peor es la contaminación que sufrimos", aunque tiene previsto trasladarse a Corrales.

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